Reseña de cómic
Estela Plateada. The Ultimate Cosmic Experience!
Oscar Ríos
Editorial original: Fireside Books
Guion: Stan Lee
Dibujo: Jack Kirby
Entintado: Joe Sinnott
La poderosa estética, la inmensidad de su poder, la profunda melancolía y, porqué no decirlo, el poso filosófico y religioso, hicieron desde su aparición en la Trilogia de Galactus que Estela Plateada fuera un personaje distinto a todos los demás.
Pronto se multiplicaron las apariciones de Estela por las diferentes colecciones y como no podía ser de otra manera, Marvel le concedió su propia cabecera. Sorprendentemente Kirby quedaba al margen del proyecto y Stan Lee le encargó los lápices a John Buscema.
Pese a la innegable calidad de la colección —me atrevo a denominarla obra maestra del género— las ventas no la acompañaron y en apenas año y medio tuvo que ser cancelada, volviendo a convertir a Estela Plateada en un vagabundo errante por colecciones ajenas. Parecía que la maldición de Galactus seguía persiguiendo a su antiguo heraldo.
Como bien sabemos, Jack Kirby, el creador de Estela Plateada, abandonó la Casa de las Ideas entre 1970 y 1975 para pasarse la Distinguida Competencia. Durante esos años, nos brindó series como Kamandi o El Cuarto Mundo. Pero, finalmente, el Rey volvió a la editorial que le encumbró al mito que es hoy en día y gracias a ello pudimos disfrutar de un buen número de obras, algunas de las cuales como Pantera Negra o la excepcional Los Eternos, que ya hemos reseñado en Comicverso.
Hoy queremos hablar de una obra singular y enormemente desconocida por la mayoría del fandom. Nos estamos refiriendo a la novela gráfica de Estela Plateada que Stan Lee y Jack Kirby crearon en 1978.
La predilección no sólo de Jack Kirby, sino del propio Stan Lee, por el personaje les llevó a realizar un segundo número, una novela gráfica de más de 100 páginas sobre el surfista cósmico. En esta época, Lee había abandonado su trabajo como guionista y el propio Jack Kirby se había desvinculado de Marvel por segunda y definitiva vez. Ahora volvían para realizar un proyecto sumamente particular.
En esta historia los autores nos plantean de nuevo la llegada de Galactus, pero esta vez los motores de la historia no serán los 4 Fantásticos, sino el propio Estela Plateada. Convirtiendo al surfista en único protagonista, el tándem Lee/Kirby ahondarán en la psique de Norrin Radd, facilitando la comprensión de los motivos por los que se volvió contra el propio Galactus. Volveremos a ver el enfrentamiento contra el titán cósmico y como un condenando Estela Plateada ha de vagar entre los humanos, viendo sus comportamientos con la incredulidad de un niño.
A lo largo de las 100 paginas del cómic los autores nos sorprenderán mostrándonos a Astucia, que no es otra cosa que el desdoblamiento corpóreo de esa parte de la psique de Galactus. El Devorador de Mundos dialogará con él mostrándonos el interior de su mente e intenciones, casi convirtiendo a Galactus en un amante despechado.
Pero también veremos a un nuevo heraldo de Galactus, nos estamos refiriendo a Ardina. En esta y la única aparición del personaje veremos su nacimiento, vida y muerte.
Galactus comprende que la fuerza motriz del surfista no es otra sino el amor por lo que, basándose en el ADN de la bella Shalla Bal, crea un nuevo heraldo, con la única intención de que esta logre que Estela vuelva junto a él. Si Shalla Bal era el complemento perfecto de Norrin Radd, Ardina lo sería de Estela Plateada.
Si bien, esta es una historia fuera de la continuidad Marvel, se complementa a la perfección con lo narrado en la famosa Trilogía de Galactus. Algún aficionado puede echar de menos la presencia de Alicia Masters, dada la importancia vital que tiene en la historia original, pero Lee lo suple hábilmente con el mayor conocimiento de los humanos y la conciencia de la que hace gala Estela desde el primer momento.
La otra pata de la historia son los lápices de Kirby. Este que vemos aquí es un Kirby casi sexagenario y ya semiretirado del cómic, al que se le da la oportunidad de dibujar a uno de sus personajes preferidos y, desde luego, no la desaprovecha. Acompañado del que, sin lugar a dudas, es uno de sus mejores entintadores (Joe Sinnott) el Rey nos brinda páginas excepcionales, quedando para siempre en la retina de todos los aficionados la imagen de Estela Plateada surgiendo de la mano de Galactus. Kirby llena las 100 páginas de sus máquinas increíbles, de imágenes de Estela surfeando por el cosmos o de explosiones de energía con sus famosos Kirby Dots.
Nos encontramos, como ya hemos dicho al principio de esta reseña, ante una gran desconocida para el publico en general, pero que sin lugar a dudas hará las delicias de cualquier lector que logre hacerse con un número.