Reseña de cómic
Pantera Negra
Jack Kirby
Contenido: Black Panther 1 a 13
En la segunda mitad de la década de los setenta se produjo lo que podríamos denominar «El Retorno del Rey», nos referimos evidentemente a la vuelta de Jack Kirby a Marvel.
En esta segunda etapa en La Casa de Ideas de Kirby hubo de todo, desde la abracadabrante El Dinosaurio Diabólico a los magistrales Eternos o El Capitán América, pasando por la que nos atañe hoy, nos referimos a Pantera Negra.
LA CREACIÓN DE PANTERA NEGRA
T´Challa nació dentro del Big Bang creativo que entre los años 1966 y 1967 vivió el tándem Lee/Kirby, los tiempos estaban cambiando y con ellos el mundo del cómic. Sin lugar a duda, otros creadores más convencionales habrían hecho de Pantera Negra el guardián del Harlem o algo similar, pero Lee y Kirby eran de todo menos convencionales.
En su visión de cómo debía ser un superhéroe negro, nos presentaron a T´Challa, un brillante científico además del monarca de Wakanda, un misterioso reino africano en el que conviven la tradición y la tecnología como en ningún otro lugar de la Tierra. Este tecno reino se asienta sobre una montaña de Vibranium, el metal más raro del mundo, es por ello por lo que es codiciado por los países fronterizos y por villanos de todo tipo, pero como todo reino tiene sus enemigos y para enfrentarse a ellos Wakanda ha tenido siempre un paladín el cual recibe el título de Pantera Negra.
A modo de anécdota, la primera aparición de Pantera Negra fue en el número 52 de Los 4 Fantásticos (con fecha de julio de 1966) y el famoso partido nacionalista negro Los Panteras Negras se creó precisamente en octubre de ese mismo año.
LA SERIE DE JACK KIRBY (1977-1978)
El Kirby que volvió a La Casa de Ideas tomo el control absoluto de las colecciones a las que se dedicó, un caso paradigmático es precisamente su Pantera Negra.
El Rey olvida intencionadamente las tramas que Mc Gregor había llevado a cabo con el personaje, lo anteriormente escrito nada importa para Kirby, centrándose a contar las historias que desea sin la rémora del pasado.
Ya desde la primera página comprendemos el tono que va a darle a la nueva colección, en esta primera imagen más propia de las historias de terror a las que estaba tan familiarizado que de los cómics de superhéroes, nos muestra a uno de los curiosos personajes secundarios creados para la colección. Nos referimos a Mr Little, un misterioso enano con monóculo vestido a la guisa de los mafiosos de los años 30.
En los números iniciales, la historia girará en torno a la búsqueda de «las Ranas del rey Salomón» que, en realidad. no son sino una máquina del tiempo del rey bíblico. ¿A quién sino a Kirby se le puede ocurrir tan disparatado argumento y que al lector no le parezca del todo absurdo?. En la carrera por hacerse con las ranas, T´Challa y Mr. Little se cruzarán con «Los Coleccionistas» un variopinto grupo de millonarios que pretenden hacerse con ellas.
Como no puede ser de otra manera, cuando hablamos de cómics de Kirby, no faltará la presencia del cifi, representado en este caso por Hatch 22, El hombre de dentro de 6 millones de años.
Para El Rey, el ritmo de los cómics ha de ser trepidante. La historia no puede parar y en los 12 números que realizó, nos presenta también a Yetis, samuráis inmortales, ciudades perdidas y terribles científicos. Lo que para otros autores sería más que suficiente no lo es para Kirby. En su concepción de lo que ha de ser un cómic el lector no ha de tener tiempo para aburrirse. Cuantas más tramas y personajes metas en una historia, tanto más se divertirá el aficionado. Es por ello por lo que, además de lo anteriormente mencionado, tiene tiempo para mostrarnos como Jakarra, el hermanastro de T´Challa, da un golpe de estado para terminar convirtiéndose en un terrible muerto con el que se deberán enfrentar en un curioso número titulado «¿Panteras o Gatitos?» los primos de Pantera Negra.
CONCLUSIÓN
Jack Kirby, en cierta forma, se comportó como un crío, que coge ilusionado su nuevo juguete, juega con él y cuando se cansa lo abandona. Firmó con Marvel realizar 12 números de Pantera Negra y esos son precisamente los que hizo, ni uno más, dejando inconclusa la historia. Esta debió de ser terminada por Ed Hanningan y un brillante Jerry Bingham
En cuanto al guión, la historia que nos plantea es puro divertimento, al estilo de los seriales de los años 30 y 40. No lo complicó con los conceptos «däniken» a los que nos tiene acostumbrados, si bien, peca de uno de sus males recurrentes, lo excesivamente ampulosos de los diálogos a los que somete a sus personajes.
Sobre el dibujo, vemos a un Kirby clásico. A los ojos de un lector esporádico este puede parecer excesivamente rudo, e incluso tosco, pero nada más lejos de la realidad. Conocedor de sus capacidades y del momento artístico que estaba viviendo, hace un uso exquisito de sus famosos «kirby dots» y utiliza esas «posturas Kirby» a la perfección mostrándonos su capacidad para plasmar el dramatismo en sus personajes.