Opinión
Juicio a los 4 Fantásticos de Dan Slott
Óscar Ríos
@riospa72
Sin lugar a duda, Los 4 Fantásticos han sido una piedra angular del universo Marvel. La aparición en noviembre de 1961 del primer número de la colección supuso tal impacto que, tras él, o mejor dicho, gracias a él, se crearía uno de los universos más ricos de la historieta mundial.
Desgraciadamente, y con el paso de las décadas y los diferentes equipos creativos, la colección fue perdiendo el favor del público, convirtiéndose en una colección que podríamos denominar de segundo orden.

Llegado el año 2015, ocurrió lo impensable. El cambio de modelo de negocio en un mercado editorial en el que priman los beneficios derivados de las franquicias cinematográficas, llevó a una disputa entre Marvel y la 20Th Century Fox. Como medida de presión la editorial norteamericana decidió finalizar con la publicación de la colección. Tras 54 años de publicación ininterrumpida el número 645 sería el último que llegaría a nuestras librerías.
Como es sabido, esa decisión no supuso un punto y final, sino tan solo un paréntesis de casi 3 años (abril de 2015 a febrero de 2018) en la que el cuarteto no dispuso de título propio.
Lo cierto es que la vuelta de la cabecera de Los 4 Fantásticos parecía un plan bien urdido por la editorial. No limitándose a la reaparición del titulo en nuestras tiendas sino que, tomándose su tiempo, decidió que un evento de tal magnitud calentaría motores con una serie limitada de 12 números (ver aquí), en la que La Cosa y La Antorcha buscarían a sus compañeros. Todo parecía listo para una exitosa reaparición de la Primera Familia Marvel.
La elección del premiado guionista Dan Slott (Estela Plateada, Superior Spiderman…) parecía confirmar la apuesta de la editorial por el cuarteto. Desgraciadamente, esto fue tan solo un espejismo.
Ahora y tras 24 números editados en nuestro país, creemos que ha llegado el momento de un análisis del conjunto de la obra.
Slott comienza con ganas y con una aparente idea concreta de adónde quiere llevar la colección. Los 4 Fantásticos no le eran ajenos, dado que ya se había encargado de tratar a Ben Grimm en el (efímero) vol.2 de La Cosa en la que encaminó la relación entre Ben y Alicia y que cierra —¿para siempre?— al poco de hacerse con las riendas de la colección.
También se encarga al principio de devolvernos a un Doctor Muerte clásico, para luego cambiar de tercio planteándonos un nuevo motivo para el nacimiento del cuarteto, que estaríamos en asegurar que será olvidado tan pronto como Slott abandone la colección.
Por lo tanto, si bien es cierto que podemos decir que es clara la intención del guionista de devolver al cuarteto a sus comienzos con su doble vertiente de familia y exploración, nos encontramos número tras número ante historias insulsas (con contadas excepciones) que poco o nada aportan y que apenas entretienen.
Por si esto no fuera suficiente para calificar de fallido este relanzamiento de la serie, el continuo trajín de dibujantes resta en lugar de sumar. En los 2 años de publicación hemos visto un heterogéneo desfile de artistas: Pichelli, Caselli, o Paco Medina entre otros. Cada uno de los cuales con sus propias características y capacidades. Por lo que es imposible identificar la etapa de Slott con un estilo claro y definido, dando al aficionado la impresión de absoluto desinterés y despreocupación de la editorial hacia su producto.
En definitiva, nos encontramos ante una obra que comete los mayores errores si hablamos de cómics; historias deslavazadas que poco o nada interesan al lector y la falta de una imagen definida que pueda ser recordada por el mismo. Esto hace que el lector novel difícilmente se puede sentir atraído hacía ella y el experimentado huirá de la misma tan pronto como los identifique.
Poco o nada hay en esta más que decepcionante etapa de la primera serie de Marvel que sea digno de recomendación, habiendo convertido Slott al otrora “el mejor cómic del mundo” en apenas un remedo de sí mismo.