Como tantos de los que crecimos en los noventa, la primera vez que vi Star Wars fue con la llegada de la remasterización lanzada por George Lucas a mediados de los noventa. A pesar de que las cintas originales habían sido filmadas entre los setenta y los ochenta, el camino del héroe de Luke Skywalker, y la historia de redención de (spoiler), su padre, Darth Vader, me metió en el bolsillo. Exactamente de la misma forma que a todos los que, a estas alturas, ya rozáis la cincuentena con las yemas de los dedos.
Durante los siguientes años, llegaron un par de nuevas trilogías —que todavía son objeto de debate entre los aficionados—, varias series de animación y un par de spin-offs. Sin embargo, hubo que esperar hasta 2019 para que Lucas Films, ya en manos de Disney, se animase a lanzar una producción que consiguiese enganchar, e ilusionar de verdad, a la enorme mayoría de todos los que, en su momento, se enamoraron del cine imaginándose a bordo de un X-Wing. Al final, solo hacía falta The Mandalorian para volver a colocar a la franquicia en su sitio.
Con 12 episodios disponibles hasta el momento, y estando ya inmersos en la segunda temporada, la propuesta producida por Jon Favreau y Dave Filoni ha conseguido brillar con luz propia, sin agarrarse desesperadamente a la saga original. Renunciando, inclusive, a esa música compuesta por John Williams y abrazando, en su lugar, un soundtrack que guarda más reminiscencias del western de Leone que de la ciencia ficción.
Y es que, en definitiva, eso es lo que es The Mandalorian: una de vaqueros; pero con pistolas láser, naves desvencijadas y cascos bañados en bescar. Un producto audiovisual que, más allá de buscar —que también— la desesperada venta de muñecos, se propone y consigue crear personajes tremendamente humanos gracias a un desarrollo narrativo impecable.
Así se ve claramente en el caso del personaje principal, Din Djarin. El protagonista pasa de su rol de cazarrecompensas frío como el acero, que es como Favreau lo presenta en el primer episodio, a convertirse en un protector de libro. Todo gracias a la aparición en escena de Baby Yoda, The Child, El Niño o cómo el lector quiera llamarlo. Este bichejo «viejoven», que a pesar de su aspecto cuenta con cincuenta primaveras, comparte raza con Yoda. Sin duda, uno de los personajes más importantes y recordados de las dos trilogías firmadas por George Lucas.
Como ocurría en el caso del maestro jedi, el pequeño también es usuario de la fuerza. Y además de los buenos, por lo que hemos visto hasta la fecha. Sobre la relación que guardan ambos, Favreau, por el momento, solo se ha atrevido a decir lo siguiente: «No puedo decirlo, pero hay muchas teorías sobre eso. La línea temporal de la serie tiene lugar después de El retorno del Jedi. Y los fans de la trilogía original recordarán que Yoda no solo fallece, sino que en realidad desaparece. Es decir, Yoda existe como un Fantasma de la Fuerza». Vamos, lo mismo que si no hubiese dicho nada.
La promesa de Ahsoka
La mano de Dave Filoni es clave en la serie desde el minuto cero. Su condición de fanático y de veterano de la saga —ya trabajó en las series de animación Star Wars: The Clone Wars y Star Wars: Rebels— lo convierten, posiblemente, en el mayor conocedor de la periferia de la franquicia galáctica, la que se encuentra fuera de las salas de cine. Durante la segunda temporada el espectador ya ha podido ver algún que otro personaje clásico de las producciones anteriores. Pero todavía falta el premio gordo: Ahsoka Tano.
La aprendiz de jedi de Anakin Skywalker está más viva que nunca en la cabeza del aficionado gracias a su reciente aparición en la sorpresiva temporada final de The Clone Wars: 12 episodios que te llevan de la mano por todos los acontecimientos que precedieron directamente a la caída de la orden. En los últimos corre en paralelo con la película de La Venganza de los Sith.
«Lo mejor del personaje es que ha demostrado su valía por sí misma y se ha ganado un lugar entre los personajes más destacados de Star Wars. Así que ya veremos qué le depara el futuro. Por ahora vamos a ver cómo acaban las Guerras Clon y ya veremos cómo seguimos a partir de ahí», explicaba Filoni recientemente en una entrevista.
Ahora, en plena segunda temporada de la serie, sabemos que Ahsoka Tano, más pronto que tarde, abandonará la página del dibujante de turno y dará el sato al «life action». Una subida de rango más que merecida para un personaje especialmente querido y al que, según se afirma, encarnará la actriz Rosario Dawson.