Los Mejores Marvel Must Have
La Muerte de Lobezno
de Charles Soule y Steve McNiven
Edición americana: Marvel
Edición española: Panini
Tomo en tapa dura
112 páginas
12,99 euros
La historia de Lobezno es una de las más fascinantes del cómic de superhéroes. Creado por Len Wein y Herb Trimpe y con diseño del gran John Romita para servir de antagonista a Hulk y al Wendigo en un arco de la colección del Goliat Esmeralda, todo parecía indicar que no pasaría de ser un secundario más entre los miles de personajes del universo Marvel.
Todo cambió al ocuparse Wein del relanzamiento de X-Men. El cocreador de la Cosa del Pantano aprovechó la oportunidad para presentar a personajes de distintas nacionalidades y razas, lo que ayudó a que el malhumorado mutante canadiense encajase a la perfección.
A punto estuvo de truncarse su historia, ya que el dibujante Dave Cockrum no simpatizaba con el personaje y abogaba para que Claremont lo eliminase de la ecuación. Afortunadamente, la llegada de Byrne sirvió para dar un gran impulso al bueno de Logan. Su popularidad fue creciendo número a número hasta que, en la década de los ochenta, obtuvo su propia serie regular y acabó rivalizando con Spiderman por el puesto de personaje más famoso de la editorial.
Por ello, no sorprende que cuando los X-Men dieron el salto al cine, Lobezno fuese uno de los protagonistas indiscutibles de la franquicia y Hugh Jackman, el encargado de interpretarle, se convirtiese en una estrella. Paradójicamente, ese éxito en el cine acabó repercutiendo negativamente en los cómics, ya que al no disponer de los derechos sobre los mutantes, Marvel decidió dejarlos paulatinamente en un segundo plano. Fue entonces cuando comenzaron los rumores sobre una hipotética muerte de Lobezno como parte de ese plan.
Los cuchicheos aumentaron cuando Logan perdió su factor curativo, quedando en una situación delicada donde debía afrontar los efectos negativos de tener su esqueleto forrado de Adamantium.
Así llegamos a la miniserie que nos ocupa, encargada al guionista Charles Soule, que había llegado a la editorial tras una prometedora etapa en La Cosa del Pantano, y al dibujante Steve McNiven, íntimamente ligado a Lobezno con obras tan espectaculares como El Viejo Logan.
En la obra, Soule nos propone una especie de antología de grandes éxitos del personaje al embarcarlo en un viaje que lo lleva a recorrer lugares que han marcado su vida y su evolución durante décadas después de que alguien ponga precio a su cabeza. Por el camino se encuentra con viejos amigos y enemigos que no le pondrán las cosas fáciles para intentar esclarecer quién se encuentra maquinando en las sombras.
La historia de Soule brilla por las grandes dosis de acción que contiene, lo que permite el lucimiento de un espectacular Steve McNiven, que vuelve a realizar un gran trabajo, como ha sido habitual a lo largo de su carrera. Sin embargo, la resolución de la propuesta, en su conjunto, resulta decepcionante, ya que el final, que pretende ser poético, carece de la épica que merece el personaje y deja la sensación de que podría haberse contado mejor.
En definitiva, un blockbuster palomitero con un gran dibujo al que se le podría haber sacado más partido.