Reseña de Cómic
The Paybacks
Edición original: Dark Horse
Guion: Donny Cates y Eliot Rahal
Dibujo: Geoff Shaw
En 1983, Howard Chaykin publicaba «American Flagg» en la editorial First Comics. Obra que, además de contar una excelente historia futurista, estaba plagada de sátira hacia la sociedad americana de esos años y, sobre todo, a las ideologías que parecían desfasadas. Una época en que la guerra nuclear parecía a la vuelta de la esquina.
Treinta y dos años después, Donny Cates nos trae «The Paybacks», un cómic que en sólo 8 números nos da comedia y acción a partes iguales, con un sabor a crítica en cada viñeta.
LA CRISIS ECONÓMICA DE 2008
Para explicar el nivel de crítica que maneja (que es muy sutil) es importante hacer un poco de memoria. En 2008 el mundo vivió la crisis conocida como la Gran Recesión, cuya principal causa se atribuye a los fallos en la regulación económica y la sobre valoración de productos, creando lo que se conoce como burbuja financiera.
Se considera que esta recesión comenzó el 15 de septiembre con la quiebra del banco Lehmann Brothers, destacado en la banca de inversión y gestión de activos financieros, teniendo el gobierno americano (así como muchos otros del mundo) que hacer rescates económicos para salvar empresas.
ARGUMENTO
¿Pero qué tiene que ver esto con los cómics? «The Paybacks» narra las aventuras de un grupo de cobradores al estilo americano. Agentes de cobro que cuando alguien no puede responder a los créditos o préstamos que han solicitado, confiscan sus bienes… con la diferencia que en este caso, además, son superhéroes.
Cuando un superhéroe pide un crédito para renovar su guarida secreta o comprar una actualización a su traje pero no puede devolverlo, los Paybacks se encargan de pague lo que debe. Ya sea confiscando su equipo o reclutando al moroso para que pueda saldar la deuda trabajando para ellos como agente cobrador.
Este equipo de Paybacks está compuesto por una serie de seres con poderes que no son más que un trasunto de mutantes y héroes famosos de diferentes épocas, sobre todo de los 90.
Los acompaña Driven, el conductor del grupo. Se trata de un personaje que bien podría ser el protagonista de una serie escrita por Warren Ellis. Fumador empedernido y un poco cascarrabias, hasta el final no sabremos a que personaje homenajea, pero es mucho más que un simple trasunto.
Todos ellos trabajan para el Sr. Pierce, misterioso jefe que asigna distintos objetivos que van desde confiscar el equipo de un vigilante inglés llamado Nigth Knigth (trasunto del Batman de Miller, aunque con unicornio incorporado), hasta las instalaciones submarinas del Comando, el supergrupo más poderoso liderado por High Guard, un trasunto de Superman violento y misógino que no duda en golpear a quien se ponga en su camino.
A lo largo de los 8 números que conforman la obra, vemos que hay una organización secreta que trama algo contra los cobradores. A su vez, nos encontramos con una historia plagada de referencias y homenajes a los cómics más famosos de las dos compañías más grandes, manejando con mucha maestría un sano equilibrio entre la crítica dura y la parodia (aunque lejos del estilo de Deadpool).
GUION Y DIBUJO
Su creador, Donny Cates, viene demostrando su talento en los cómics más vendidos de la actual Marvel, con títulos como Veneno y, más recientemente, el nuevo volumen de Thor. Obra en la que amalgama muchos conceptos en apariencia incongruentes dotándolos de sentido y haciendo que cada número valga la pena.
En cada una de los números de esta serie cuenta una parte de la historia y finaliza con un cliffhanger que nos hace esperar con ansia el siguiente, algo que hoy día se echa en falta.
A los lápices tenemos a un Geoff Shaw («God Country») con un dibujo más que correcto y con especial mención a su narrativa en las escenas de acción y, sobre todo, en las ocasiones que dibuja los «homenajes» esquivando al mejor estilo Gene Ha («Top ten») cualquier reclamo legal por violación de derechos intelectuales de obras muy conocidas de las Marvel y DC.
MUCHO MAS QUE SUPERHÉROES
«The Paybacks» es mucho más que una historia de pijameo. En el subtexto de la obra hay una doble crítica. Por un lado hacia el sistema financiero, que a sabiendas de asegurarse recuperar lo prestado más una ganancia, reclama una cantidad deshonrosa en caso de mora, y lo que es peor, confisca el bien que adquirió el deudor.
Por otro lado, Cates critica a los héroes, que empiezan a sentirse a gusto siendo explotados y obligados a ser esbirros de un villano (no olvidemos que los héroes deberían estar del lado del débil no del fuerte). Algo que pone a nuestros protagonistas, y a nosotros como lectores, en un dilema moral: ¿Son los Paybacks héroes de una bizarra aventura o víctimas de un sistema que usa sus buenas intenciones para ponerlos a trabajar bajo sus órdenes?
La historia se resuelve con un personaje que no podía estar más en las antípodas de este sistema y que, lejos de encontrarse a salvo, es la víctima más famosa de este «manoseo» que llega también a las editoriales y lo que más nos gustan, los cómics de superhéroes.
Así que, mientras en la superficie es una historia palomitera plagada de acción y guiños a la cultura pop (desde la furgoneta que recuerda a la del Equipo A hasta viñetas y personajes clásicos de los cómics), si leemos con un poco más de atención se encuentran en los primeros números una crítica al capitalismo salvaje y a las grandes editoriales, que al igual que el sistema financiero se encuentran en constantes crisis creativas, en gran parte por su afán de acaparar distintos títulos sin explotar la creatividad.
Esto hace que Paybacks sea una obra magistral de estos tiempos y que, al igual que en los 80 «American Flagg», criticaba a la sociedad de la época, Paybacks crítica al sistema y lo cómodos que nos sentimos en él.