Reseña de Cómic
Marvel Must Have. Spiderman: Vuelta a Casa
de Straczynski y Romita Jr.
Norman C
Editorial americana: Marvel
Editorial española: Panini
Guion: Joe Michael Straczynski
Dibujo: John Romita Jr.
Cartoné. Color. 160 páginas
ISBN: 978-8-413-34853-7
15 euros
A principios de siglo, la mano de Joe Quesada como editor jefe de Marvel guió a la editorial a unos años realmente brillantes llenos de buenos tebeos. En el caso de Spiderman, que venía de unos años discretos bajo la dirección del discutido Howard Mackie, se hacía muy necesario un cambio y el elegido para llevarlo a cabo fue Joe Michael Straczynski.
El guionista, proveniente del mundo de la televisión, contaba en su haber con éxitos como su serie Babylon 5, además de haber escrito numerosos episodios de series como Se Ha Escrito un Crimen. Sus primeros pasos en el cómic incluían series notables como Rising Stars y Midnight Nation. Se vería acompañado de una leyenda muy ligada al Trepamuros: John Romita Jr., como dibujante.
La primera saga, contenida en este Must Have, daba un importante vuelco en la vida de Peter, que tras dejar atrás su etapa en el Daily Bugle, comenzaba su carrera como profesor de instituto, deseando ayudar a otros chavales que sufrían, como él en su día, problemas como el acoso escolar. De hecho, vemos una trama que toca muy de cerca un tema tan espinoso y por desgracia real, como son los ataques con armas de fuego.
Pero el cambio más radical llegaría con la aparición del misterioso Ezekiel que pone patas arriba lo que Peter creía conocer sobre su origen, aportando un toque mitológico que, aunque podía chocar en un principio, acabó encajando bien en el universo del personaje.
Culminando las novedades apetecería un nuevo y mortal enemigo llamado Morlun, un vampiro implacable que trata de alimentarse de la energía de Spiderman y que supuso un enorme desafío para el bueno de Peter. A lo largo del arco podemos sentir el miedo y la desesperación que siente Spiderman ante un enemigo al que quizás no pueda derrotar.
A todo esto hay que añadir un desarrollo modélico de Spiderman, tanto en su manera de comportarse como en unos diálogos frescos y con toques de humor cuando la ocasión lo permite. Cabe destacar además que Straczynski apostó por centrar su serie en el triángulo formado por Peter, Mary Jane y tía May, dejando de lado a otros secundarios habituales o la redacción del Bugle, haciendo más accesible la lectura para nuevos fans.
Si el guion es fresco y adictivo, el dibujo de John Romita Jr. no se queda atrás. Estaba en un gran momento de forma y su arte sentaba como anillo al dedo al personaje y su universo. Pocas veces ha brillado más que aquí, formando un tandem modélico con JMS que nos dejaría lo que es, sin duda, una de las mejores etapas de Spiderman. Algo que ni siquiera ciertos Pecados del Pasado y un Mefistazo, promovido paradójicamente por Quesada, puede empañar.
En resumen, un cómic imprescindible que demostró que todavía se podían contar nuevas historias con uno de los grandes iconos de la editorial. Spiderman estaba de vuelta y nos esperaban muy buenos tebeos.