Reseña de Cómic
Lobezna
de Tom Taylor y varios autores
Norman C
Editorial americana: Marvel
Editorial española: Panini
Guion de Tom Taylor
Dibujo de David López, Marcio Takara, Juann Cabal y otros
6 tomos en rústica
Aunque cada mes llegan a las tiendas montones de novedades para todos los gustos, a veces conviene echar la vista atrás y recuperar alguna etapa que por los motivos que sean no pudimos seguir en su momento. Es el caso que hoy nos ocupa con la Lobezna de Tom Taylor.
Laura Kinney, conocida como X-23, es uno de esos casos de personaje creado en la pequeña pantalla que acaba dando el salto al mundo del cómic. Aunque se trata de un clon de Lobezno, sus historias han conseguido darle un trasfondo y una personalidad que la hacen atractiva y la diferencian de otros trasuntos de héroes clásicos.

Coincidiendo con La Muerte de Lobezno y la apuesta de Axel Alonso por sustituir a muchos personajes importantes por versiones diversas y más juveniles en busca de un público nuevo, Laura asumió el nombre de su predecesor en esta serie.
El encargado de escribirla fue el australiano Tom Taylor, un guionista que lleva años demostrando su buen hacer para Marvel y DC con unas historias donde brilla especialmente la buena caracterización de los personajes que escribe y que de manera sorprendente todavía no ha recibido el premio a su trayectoria en forma de una serie top.

De hecho, su llegada al título se produce tras un breve paso por Superior Iron Man, donde tuvo que ceder los mandos al omnipresente Brian Michael Bendis sin apenas tiempo para poder desarrollar sus ideas para Tony Stark.
Taylor presenta una larga etapa donde hace evolucionar y madurar a Laura y nos regala a un personaje como Gabby, otro clon con garras que ayuda a establecer una divertida dinámica de hermanas a lo largo de la serie.
Y es que el cómic no renuncia al humor, y aunque algún capitulo en concreto parece excesivamente dirigido hacia un público juvenil, lo cierto es que consigue hacer un tebeo accesible para cualquiera y en ningún momento se hace una lectura pesada.

Veremos desfilar a multitud de personajes por las distintas sagas, con especial hincapié en aquellos que comparten cierto parentesco con Laura. Y aunque en más de una ocasión se busca el título de alguna aventura pasada de Lobezno para atraer a los fans, Taylor se las ingenia para darles un toque distinto y personal.
Todo conduce al momento en el que Laura deberá afrontar su pasado como máquina de matar y las consecuencias de sus actos para poder pasar página. Finalmente nos hará viajar al futuro para ver a la vieja Laura en lo que supone un bonito epílogo para la etapa.

A diferencia de otras series con héroes sustitutos lanzadas por aquellas fechas, Lobezna logra aprobar el examen con éxito.
Si en los guiones la estabilidad fue de agradecer, la parte artística sufrió una auténtica montaña rusa de dibujantes repartidos por distintos arcos. A los brillantes David López y Marcio Takara siguieron otros discretos como Morissette-Pham o Virella o un Leonard Kirk en horas bajas. Afortunadamente la cosa remonta con la llegada de un espectacular Juann Cabal que ya comenzaba a dar muestras de su talento y que repitió con Taylor en Amistoso Vecino Spiderman. El también notable Ramón Rosanas se encargó de cerrar la serie.

Una etapa que destaca especialmente sobre las otras del personaje y que supone una lectura amena.