Reseña de Cómic
Ex Machina
de Brian K. Vaughan y Tony Harris

David Haldon
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Edición original: DC/WILDSTORM
Edición Española: ECC Ediciones
Guió: Brian K. Vaughan
Dibujo: Tony Harris
Cartoné, 288 páginas. A color.
ISBN: 978-84-19021-50-2
PVP:31€

Brian Vaughan es por derecho propio uno de los grandes nombres del cómic americano. Autor de series de culto que han tenido incluso adaptación a la televisión como, por ejemplo, «Y: El último hombre» y que monopolizó durante años los Premios Eisner con su «Saga». Dentro de sus grandes series, «Ex Machina», que hoy comentamos, es quizás la menos recordada.

Es un título que fue muy popular y apreciado durante su publicación por crítica y público, llegando a estar nominado 9 veces a los Premios Eisner y ganando 2, pero que desde su finalización ha quedado opacado por el resto de obras del autor, llegando a ocupar un segundo o tercer plano dentro de la lista de sus mejores trabajos y, en esta reseña, intentaremos explicar el por qué.

«Ex machina» juega con la frase griega «Deus Ex Machina», qué significa literalmente «el Dios que sale de la máquina» y que es una expresión utilizada en el Teatro Clásico para justificar intervenciones divinas o por extensión situaciones fuera de la lógica interna de la trama. En este caso juega además con el nombre del alter ego del personaje principal —La Gran Máquina— al que cuando conocemos en la obra ya hace mucho que se retiró.

¿Y de qué va «Ex machina»? No es un cómic de superhéroes al uso. Es quizás una de las pocas obras del cómic americano que se zambulle en la temática política, maridándola con el género superhéroico. Si bien es cierto que en muchos títulos se hace referencia a situaciones de la política de la época, —el Capitán América de Englehart— o tienen una intención fuertemente política —Los Ultimates de Millar—, pocas veces hemos visto un cómic en el que la política, su funcionamiento y sus acciones sean el eje principal de la trama, quedando la parte superheroica (o de ciencia ficción) a un lado, aunque es cierto que esta va teniendo mas y más importancia conforme avanza la historia.

«Ex machina» nos presenta a Michael Hundred, alcalde de la ciudad de Nueva York en los primeros años del Siglo 21, poco después de los atentados de las Torres Gemelas. El mundo que nos presenta Vaughan puede considerarse una ucronía ya que nuestro protagonista es un antiguo superhéroe, el único que existe en el planeta, cuyas acciones han cambiado los acontecimientos de nuestro mundo (específicamente evitando que una de las Torres Gemelas cayera) lo que le da gran popularidad y le permite convertirse, previa participación en las elecciones, en alcalde de Nueva York.

Es una historia que pretende ser realista y con los pies en la tierra, ya que excepto las habilidades del protagonista (la capacidad de hablar con las máquinas y manipularlas, adquiridas por el contacto con un objeto alienígena) no hay más trazas de ciencia ficción en la trama, centrándose sobre todo en las vicisitudes diarias de la política, sus contradicciones, los compromisos y el sacrificio que supone mantener unos ideales etc.

En ese aspecto, aunque tradicionalmente se le ha comparado con El Ala Oeste de la Casa Blanca, la magistral serie de Aaron Sorkin, tiene muchas más similitudes con House of Cards y su protagonista, sobre todo en la segunda mitad de la trama.

La historia se divide en 10 arcos argumentales, empezando en el presente de la vida de nuestro protagonista y sus quehaceres como alcalde, desde huelgas, protestas callejeras, necesidad de financiar la enseñanza pública, etc. y trata temas de la actualidad de la época, como la aprobación del matrimonio gay o los límites del arte,  contándonos mediante flashback los orígenes del personaje; la adquisición de sus poderes, sus comienzos como superhéroe y finalmente su elección como alcalde, acontecimientos y situaciones del pasado que influyen en las tramas del presente, aunque de esto somos conscientes poco a poco y conforme estas avanzan.

Al dibujo tenemos a un Tony Harris en estado de gracia, con un trazo mas evolucionado del que le vimos en Starman, su otra gran obra, y que pasa por un diseño de personajes y escenario intencionadamente realistas (incluso en el diseño del traje de superhéroe) al servicio del tono de la historia que nos cuenta Vaughan. Pero es sobre todo a partir de la segunda mitad cuando se luce en páginas espectaculares.

El dibujo, la trama principal, el desarrollo de las secundarias, la presentación y evolución de personajes y el uso magistral del recurso del flashbacks así como de temas políticos y sociales hacen de esta serie una lectura apasionante que desgraciadamente se residente en su conjunto por un final que no está a la altura y que deja un mal sabor de boca, aunque sea coherente con lo que el guionista ha querido plantear desde el principio.

En resumen, una serie con un gran dibujo y que merece la pena leerse, recomendable sobre todo para aquellos lectores aficionados a la temática política y que se disfruta más por el camino recorrido y los temas tratados que por el conjunto final, que acaba dejando un regusto amargo.

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