
Hoy en día y gracias al cine y la televisión los superhéroes han dejado de ser algo minoritario, un tema de interés y conocimiento solo para aficionados al comic, y se han convertido en algo mas, una moda, un fenómeno popular que traspasa barreras de edad y culturas y que significa para esta generación algo parecido a lo que Star Wars fue para otras.
El público general ya no solo conoce a los sempiternos Superman, Batman Spiderman y Hulk sino que ahora casi cualquiera puede nombrar sin mucho esfuerzo a Thor, la Capitana Marvel, los Guardianes de la Galaxia o incluso a personajes que nunca gozaron de demasiada popularidad entre los fans como el Hombre Hormiga… pero aún así el nombre de Shazam sigue siendo desconocido para muchos (y así continuará hasta que se estrene la película) aunque sea uno de los personajes más importantes que ha dado el género, con un éxito que llegó a eclipsar el del propio Superman y cuya influencia (de forma indirecta) llegó hasta finales del pasado siglo, cambiando el concepto del superhéroe para siempre.

Y es que el Capitán Marvel (como era su nombre originalmente) fue el superhéroe más popular de los años 40, llegando a superar en ventas a Superman y Batman y tiene una de las historias editoriales más convulsas e interesantes, siendo además el primero que tuvo adaptación cinematográfica y que ha gozado de series de dibujos animados y de imagen real, y un legado que cruzó el charco para seguir viviendo una segunda vida editorial con otro nombre.

fue el superhéroe más popular de los años 40, llegando a superar en ventas a Superman y Batman.
Y, a pesar de todo, hoy día es un personaje relativamente desconocido e ignorado por el gran público, incluso por los mismos fans, no habiendo tenido una serie regular en décadas, siendo un personaje qué despierta poco interés por los lectores actuales y que muchos autores consideran de difícil encaje en el Universo compartido DC.
Sirva este modesto artículo como homenaje y reivindicación al «Gran Queso Rojo».
Pongámonos en contexto; estamos en 1939, un año antes Superman ha llegado a los kioscos teniendo un éxito instantáneo y espectacular, vendiendo cientos de miles de ejemplares y provocando la aparición de decenas de editoriales y revistas qué inundaron el mercado tratando de llevarse su trozo de un pastel, que en aquellos años era enorme.
Se crearon centenares de superhéroes, la mayoría utilizando a Superman como plantilla cambiando su origen y uniforme y alterando ligeramente sus poderes. El mercado, que hasta entonces estaba diversificado en diferentes géneros, quedó saturado por la ola superheroica que se lo llevo todo por delante, con personajes nuevos siendo creados prácticamente cada día y con el público absorbiéndolo todo y pidiendo más, nunca antes (ni en los 90) se han vendido tantos comics ni el medio ha sido tan popular.

Por encima de todos esos trasuntos destacó uno, el Capitán Marvel, creado por los artistas C.C Beck y Bill Parker para la editorial Fawcett, que fueron capaces de dar una vuelta de tuerca al arquetipo de Superman llevando al extremo la dualidad ser humano/ser superpoderoso y rodeando al personaje de un conjunto de secundarios que compartían sus poderes, dando lugar a la primera «familia» de superhéroes.

Fue un éxito instantáneo y espectacular, la mezcla de superpoderes puros y duros, con la magia (de la que el personaje obtenía sus poderes) y el hecho de que los protagonistas fueran niños creo una combinación que fascinó al público de la época, convirtiéndose en el cómic más vendido con mucha diferencia y dando lugar a una serie de colecciones spin off (Wow Comics, Mary Marvel, Captain Marvel Jr, Marvel Family, and Hoppy the Marvel Bunny además de las dos cabeceras titulares del personaje Whiz Comics and Captain Marvel Adventures) protagonizada por compañeros del Capitán Marvel que compartían sus poderes y que convirtió al personaje en una franquicia, una máquina de hacer dinero durante toda la década, así como uno de los superhéroes más populares.
Quizá en la fascinación del público tuvo algo que ver el hecho de que el alter ego del personaje era un niño huérfano y pobre que vivía en las calles y que era elegido por un mago para otorgarle los poderes de los más grandes personajes míticos, no era en este caso un ser superior cuyas habilidades eran parte innata de él desde su nacimiento como Superman o Wonder Woman, sino que Billy Batson se las había merecido por su buen corazón. Como vemos, no es más que la traslación de una fábula clásica al formato de los superhéroes.
Gritando la palabra Shazam (acrónimo de Salomón, Hércules Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio) el pequeño Billy Batson se convierte en un adulto, el Mortal más poderoso del mundo, y se enfrentaba a una pléyade de villanos entre los que destaca Black Adam, su equivalente oscuro y malvado y el Doctor Shivana y sus hijos, antítesis de la «familia Marvel»
Todo parecía ir bien hasta que a principios de los 50 DC Cómics denunció a Fawcett Comics porque según ellos el Capitán Marvel no era sino una copia de Superman (lo cual es cierto, pero más de la mitad de los superhéroes de la época también lo eran) aunque el auténtico motivo eran sus ventas astronómicas, qué empequeñecían a las del personaje estrella de DC Cómics.
En 1953 Fawcett perdió el juicio y se ve obligado a retirar al personaje del mercado junto con todos los cómics de la familia Marvel, lo que a la larga provocó el cierre de la empresa.
Este hecho tuvo dos consecuencias colaterales; la primera es que la marca del personaje quedó libre, lo que fue aprovechado años después por Marvel Comics para crear un personaje con el mismo nombre; el Capitán Marvel, soldado Kree traidor a su raza y protector de la tierra y posteriormente el nombre pasaría a Carol Danvers, la Capitana Marvel que protagoniza la exitosa película de Marvel Studios. Eesa es la razón por la que el Capitán Marvel de DC ya no pueda ser llamado así y se le conozca ahora por la palabra que usa para transformarse, Shazam.

La segunda consecuencia tuvo lugar a miles de kilómetros de distancia de Estados Unidos, en el Reino Unido. Allí los cómics del Capitán Marvel eran también muy populares y al dejar de publicarse, por no disponer de más materiales por la cancelación de la serie, su editor británico encargo al dibujante Mike Anglo que creara un personaje trasunto de este (un trasunto del trasunto) al que llamó Marvelman, y que continuó publicándose exitosamente durante una década más hasta que se suspendió su publicación, que no se reanudó hasta 1982, fecha en la se le encargó a un joven guionista llamado Alan Moore volver a lanzar una serie del personaje… pero eso, como decía el narrador de Conan, es otra historia.

En América el Capitán Marvel quedó en el limbo editorial hasta 1972 cuando, ironías de la vida, DC Cómics se hizo con sus derechos y empezó a publicar nuevos cómics del personaje para finalmente integrarlo dentro de su universo superheroico, aunque sin mucho éxito.
Las razones por las que no termina de cuajar en la actualidad son variadas, en primer lugar está claro que Superman ocupa su nicho; aún con sus diferentes orígenes son demasiado parecidos. Además es un personaje 100% de la Edad de Oro, demasiado ingenuo e inocente para un público que después de los 80 se ha sofisticado demasiado y que difícilmente podrían tomarse en serio al conjunto de secundarios que trae consigo (un tigre mágico que habla, un anciano gordito y que fuma en pipa, trasunto de Popeye, que se transforma en un abuelo superpoderoso) y que tienen un muy difícil encaje dentro del universo superheroico DC tal y como está planteado hoy día.

Con todo la editorial ha hecho diferentes intentos a través de los años, integrando el personaje plenamente en su universo superheroico y dándole varias oportunidades en forma de series limitadas o proyectos especiales que han corrido diferente éxito, siendo el último el de Geoff Johns (que se ha tomado muchas licencias con respecto al concepto original) el que más visos tiene de permanecer, aún a costa de sacrificar parte de la esencia del personaje.
Con el estreno de la próxima película es hora de que Shazam, el auténtico Capitán Marvel, tome su lugar en el Panteón de los Héroes, aquel que nunca debió dejar.

Magnifico artículo e interesante historia, a ver que le depara a este Shazam actual.