Reseña de Cómics
Mondo Lirondo
de La Peñya
Editorial: ¡Caramba! Cómics/Astiberri
Autores: La Peñya (Albert Monteys, Alex Fito, Ismael Ferrer, José Miguel Álvarez)
Hoy vamos a comentar un cómic español que el tiempo ha convertido en una obra de culto y cuyos autores han llegado a ser figuras importantes del cómic nacional. Hablamos por supuesto de Mondo Lirondo, la definición perfecta de estar en el momento justo en el lugar adecuado. Y es que los 90, aparte de héroes con bíceps más grande que la cabeza y violencia desatada, fue también la época de los fanzines en España; revistas y cómics hechos por aficionados que inundaron el mercado aprovechándose de la expansión de las librerías especializadas, y que dieron lugar a cabeceras tan longevas como el Dolmen y a obras cómo la que nos ocupa.
Mondo Lirondo surgió de un grupo de estudiantes de la Universidad de Artes de Barcelona, capitaneados por Alex Fito y Albert Monteys (los del Jueves) que publicaron en formato fanzine sin tener idea del éxito que llegaría a tener y que, a pesar de lo corto de su publicación —apenas 8 números—, quedó en el recuerdo del aficionado, lo que ha posibilitado la reedición de esta obra.
La realidad es que en aquella época había muchísima calidad patria en las estanterías de las librerías; la línea laberinto de Planeta con cosas como Mentat o Iberia Inc, Camaleón ediciones con la nunca suficientemente valorados B3 de David Ramírez, la Cúpula, Dude cómics con cosas como Carmilla, y muchas más… Unas editoriales, sellos y títulos que convierten a esa década en una de las más importantes en el cómic nacional.
Mondo Lirondo, en concreto, empezó a distribuirse en grapillas en blanco y negro y portada a color y fue un éxito inmediato, tanto que, con el paso de los años, Norma reunió las 8 grapas que salieron en 4 años (para que luego nos quejemos de la regularidad de algunos autores americanos) en un solo tomo de tapa dura, tomo que ahora reedita Astiberri.
El cómic en sí empieza siendo un conjunto de historias cortas de diferentes personajes en tono satírico y de comedia salvaje sin relación entre ellas. Pero, a medida que avanza la lectura, las tramas convergen (la mayoría de ellas) dando lugar a una historia río que se lee de un tirón.
La planificación de página podemos calificarla de “experimental” y anárquica pero esta, al igual que el dibujo, que en un principio es muy primerizo, va mejorando número a número hasta llegar a un nivel muy, muy alto; los últimos números son una maravilla de dibujo y narrativa visual.
Hablando ahora de los personajes, encontramos un popurrí totalmente delirante; El caracol Caracolín, inspector fracasado de policía, el topo heavy y psicópata sexual Topolino, la pulga (y prostituta) Annabelle, el pollo (gay) Fray Chiquen y su novio Gazmoño (un limón), Jack La piedra (una piedra, obvio) y las moscas del Apocalipsis… Como veis un elenco a cual más bizarro y surrealista que si bien en un principio se plantean como historias individuales, al final acaban reuniéndose en torno a una única trama.
Las historias son divertidísimas, y muy, muy bestias. Las compararía con algunas de las historias más brutas de Ennis pero con un mayor humor negro aún por los temas que tratan. Y es que, leyendo este tomo, me he dado cuenta de cómo ha cambiado y evolucionado la mentalidad de la sociedad en poquísimos años. Los autores hacen humor de todo, de cualquier tema; de la corrupción de los políticos, la ineptitud de la Policía, del estereotipo del friki reprimido… y de cosas como el maltrato doméstico, la prostitución, la violencia sexual, etc.
A medida que leía estas páginas no paraba de pensar «qué cafres ¿cómo se les ocurre bromear con esto?» Lo cierto es que algunas historias bordean el mal gusto y serían la pesadilla de algún colectivo y tengo claro que hoy día los autores no se hubieran atrevido a escribirlo, lo que da mucho más mérito a la editorial, que en un clima social donde la censura cada vez está más presente ha publicado la historia sin cambios.
Yo sí os animo a leerlo, porque dejando a parte el tratamiento de ciertos temas que puede molestar a algunos, es un cómic divertidísimo con una altísima calidad en un tomo bastante barato para las páginas que trae y que incluye muchísimos extras, desde portadas a bocetos, fotos de figuras de merchandising, etc.
La joya de la corona de una época del cómic en España que se debe conocer.