Reseña de Cómic
Coleccionable Todo Pratt
—algunas entregas a destacar
de Hugo Pratt

Juan Agustí


Coleccionable Todo Pratt
Entregas nº 30, 39 y 47
Edición española: Planeta DeAgostini (II-2020)
Simultánea a la edición francesa de Altaya (II-2020)
Guión y dibujo: Hugo Pratt
con la colaboración de Guido Fuga (no acreditado)
Color: Patricia Zanotti (no acreditado)
Dossiers: Michel Pierre
Traducción de Javier Lorente
88 páginas más cubiertas
Encuadernación en cartoné con lomo de tela
11,99 €

Hugo Pratt es una de mis obsesiones favoritas. Cada vez que leo por primera vez una obra suya me arrebata una sensación inenarrable. No es de extrañar que persiga con ahínco las nuevas ediciones de su obra, tantas veces maltratada y editada, en ocasiones, de una forma absolutamente lamentable.

Planeta está publicando actualmente un coleccionable que se se titula Todo Pratt. Veremos si lo de “todo” es verdad. Yo no lo estoy haciendo. Por muchas razones. Pero claro, hay algunas de sus entregas de las que no puedo prescindir, bien porque mejoran las ediciones que se han realizado hasta la fecha, bien porque son la primera vez que se publican en nuestro país en formato álbum.

Hay que señalar que sólo durante los últimos años has sido posible obtener ediciones dignas de muchas de sus obras, y no sólo aquí, sino también en Francia o en Italia.

Aunque resulte extraño creerlo, no ha sido hasta hace bien poco cuando hemos podido conocer una edición digna de las aventuras de Corto Maltés. Parece mentira, pero hasta ahora no había sido así. Lo mismo se puede decir de los relatos de Ernie Pike, cuya última edición en castellano por fin hace justicia a una obra tan importante. Pero todavía queda mucha obra que rescatar. Y la mejor manera de hacerlo no es, precisamente, a través de un coleccionable.

Sin embargo, he tenido que ir haciéndome con algunas entregas. La razón para ello: que contengan relatos inéditos en castellano. Repasaremos cuales de ellas tienen realmente un interés especial.

Entrega 30

De todas las que han aparecido hasta la fecha hay una en la que hay que fijarse especialmente; la que hace la número treinta, con dos de ellos. Se presenta como uno de los volúmenes correspondientes a los relatos del teniente Koinsky, una fórmula que se empleó para presentar una nueva versión retocada de varios episodios dibujados por Pratt para la editorial británica Fleetway a comienzos de la década de los ochenta. Sin embargo, el contenido de este álbum no tenía ese origen, sino que se realizó a partir de dos encargos.

Baldwin 622 se escribió para la antología Quel fantastico treno, obra de 1992 promovida por los Ferrocarriles del Estado italiano, que bajo el subtítulo Fumetti d’autore sulla ferroviaria reunía cinco historias de diferentes autores que versaban alrededor de la historia del tren en el país transalpino. El lujoso libro, publicado por ADN Kronos, cuenta con una preciosa portada de Lorenzo Mattotti.

Sus grandes dimensiones (35 x 24 cm) permiten disfrutar de su contenido. Además de la de Pratt, el resto de participantes son Cinzia Leone (Scacco al Re), Guido Crepax (Scambio imprevisto), José Muñoz y Carlos Sampayo (Treni sull’acqua) y Lorenzo Mattotti (Lettera da un tempo lontano). Una auténtica delicatessen, vaya.

Según la bibliografía de Hugo Pratt realizada por Dominique Petitfaux para su libro A la sombra de Corto (Casterman, 2012; existe edición española a cargo de la Editorial Confluencias), Pratt fue asistido en el dibujo por Guido Fuga para la realización de los vehículos de esta historia, lo que no tiene nada de extraño, pues el veneciano venía realizando estas labores desde 1974. El color, como es habitual, es de Patricia Zanotti.

Las veintitrés páginas de Baldwin 622 son puro Hugo Pratt. La historia sucede en 1923, después de la Primera Guerra Mundial, en lo que hoy es la franja de Gaza, durante el mandato británico de Palestina. El teniente Solomon Horaz vuelve al lugar donde seis años atrás fue protagonista de un episodio en el que se vio involucrado junto con un antiguo amor, Sheeba Trumpeldor. El tercer protagonista de la historia es la locomotora que presta su nombre al título de la historia, y que participa de ella como lo haría un kami japonés, como si de un ser vivo se tratase, algo que resultara familiar a los seguidores de Sergio Toppi, que también recurría ocasionalmente a este recurso.

Viñeta de «Un pálido sol primaveral»

Este fascículo de Planeta se completa con una segunda historia, de abril de 1992: Un pálido sol primaveral (cuyo título original es Un pallido sole primaverile). Guido Fuga colaborará también en la elaboración gráfica de los vehículos de guerra.

Hugo Pratt recibió el encargo de realizar un relato para conmemorar el centenario de la fundación del Partido Socialista Italiano, el PSI. Su título original fue Un cuore garibaldino, y hace referencia a la historieta que realizó Ferdinando Vichi para Il Intrepido, que Pratt leyó de pequeño.

La acción se sitúa en las inmediaciones de la laguna de Comacchio,  a unos de veinte kilómetros de Rávena, en abril de 1945, a finales de la Segunda Guerra Mundial. Casi cien años antes, allí murió Anita Garibaldi, huyendo de las tropas austríacas tras el asedio de Roma. Se trataba así de establecer una conexión entre el sentimiento de unidad nacional promulgada durante el  Risorgimiento y el de unidad frente al fascismo. El teniente William Fog, bisnieto de emigrantes italianos y que pertenece a una unidad británica creada para apoyar a la guerrilla partisana, resulta escogido para tomar parte en una de las últimas acciones que tendrán lugar en la zona. Ha sido seleccionado para participar en esta misión en los alrededores de la desembocadura del Po gracias a un librito de poemas que escribió durante su época de estudiante. Su objetivo será localizar los nidos de ametralladoras de las fuerzas turcomanas, para lo cual contará con la colaboración del partisano Benito Ravaglia, que además de pertenecer a la vigésimo octava brigada garibaldina comunista está prometido con una antigua novia de William.

Tumba Anita Garibaldi en Roma

Pratt se definía a sí mismo como autor de historietas, aunque no le gustaba demasiado ese término y prefería hablar de “literatura dibujada”. Sus páginas, además de estar repletas de infinitas referencias de toda índole, introduce incisivas anécdotas, como la de que Garibaldi prefirió un cigarro al título de duque que le ofreció el rey Victor Manuel II en el famoso encuentro de Teano, a cambio de su intervención en la conquista del Reino de las Dos Sicilias: “No me extraña que prefiérase un cigarro… aún tratándose de un Cavour”, afirma el protagonista tras encontrarse con su viejo amigo Pietro Pelloni.  Estos cigarros, bautizados así en honor al político italiano Camillo Benso, más conocido como el Conde de Cavour, contenían tabaco tratado con óxido de hierro, y terminaron imponiéndose sobre los cigarros toscanos, que son los que fuma nuestro protagonista, y que llegaron a convertirse en todo un símbolo de la resistencia patriótica durante el proceso de unificación del país italiano. Este es sólo uno de los múltiples ejemplos en los que se puede apreciar que cuatro viñetas de Hugo Pratt son a veces más densas que muchas novelas históricas. Otro detalle, por ejemplo, sería el baile que ejecuta el sargento uzbeko Barin (“los uzbekos siempre bailan cuando presienten que se les acerca la muerte”, afirman sus compañeros), al que Pratt dedica una página entera. Es su manera de reivindicar a George Gurdjieff,  un armenio maestro de las artes místicas, difusor de la doctrina del Cuarto Camino, y a la tradición Sufi.

Capitán Cormorant – Hugo Pratt

Entrega 47

Del resto de entregas del coleccionable aparecidas hasta la fecha, merece la pena destacar también la nº 47, con Capitán Cormorant, cuyo principal interés reside en las planchas inéditas de su inacabada segunda parte y una edición más decente de la que existía hasta ahora en castellano de Billy James (1962-63), con guión de Mino Milani, si bien palidece frente a la última versión italiana con el mismo contenido (Lizard/Rizzoli, 2012).

Fort Wheeling – Hugo Pratt

Otras series de Pratt parcialmente inéditas en castellano han corrido peor suerte: una obra tan importante como Fort Wheeling, que no es que sólo haya estado mal publicada hasta la fecha, sino que además lo ha sido de forma irregular e incompleta, merece una edición más digna. Lo mismo sucede con Sargento Kirk, una de los grandes westerns de todos los tiempos, con guión del malogrado Hector Oesterheld. Aunque el coleccionable presente por primera vez en España su edición completa (no en vano contará con un total de diez entregas), una obra de este calado pide a gritos un formato acorde a su categoría.

Entrega 39

Por último, el nº 39 contiene todos los episodios de la serie La sombra, creación de Hugo y Alberto Ongaro. Los dos primeros se publicaron en la revista valenciana Zhar en 1983, pero los otros tres, más cortos, continuaban inéditos en castellano. De ellos, sólo el primero está totalmente dibujado por Pratt, ya que a pesar de continuar colaborando en ella, la serie será terminada por Stelio Fenzo. Curiosamente, algo que ni siquiera se menciona. Ni en los dossiers ni en ninguna otra parte del coleccionable.

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