Reseña de cómic
Superman: Corazones perdidos
Contenido: Superman #189. Action Comics #798. Man of Steel 133. Adventures of Superman #611
Guion: Geoff Johns y Joe Kelly
Dibujo: Pasqual Ferry. Tom Derenick. Dwayne Turner.
Edición Original: DC Comic
Edición española: ECC Cómics
Número de páginas: 96

Superman: Corazones Perdidos no es la típica historia del kryptoniano. En sus páginas no hay poderosos villanos ni invasiones alienígenas, no salva al mundo de una conspiración mundial, ni evita el apocalipsis. Esta es una pequeña gran historia del Hombre de Acero. Una historia sobre el poder de la esperanza.
A lo largo de 4 números los guionistas Geoff Johns y Joe Kelly nos cuentan una historia con dos niveles. El primero y más evidente es el que realmente utilizan para contar la historia que desean.
La trama arranca cuando la joven Traci Thirteen, que vive en el degradado barrio de Hell’s Heart -lugar que, en palabras del propio Batman, es aún más peligroso que el propio Gotham-, envía una carta a Lana Lang pidiéndole su ayuda. Recordemos que este cómic está escrito cuando Lex Luthor era el presidente de los EE.UU. y el amigo de la infancia de Clark Pete Ross ocupa la vicepresidencia del país y está casado con Lana Lang, el amor adolescente de nuestro héroe.
Traci es una joven con un cierto grado de poder mágico y una enorme empatía que se esfuerza por ayudar a los vecinos de su barrio contra la amenaza invisible que les acecha:
un parasito mágico, al que Traci denomina “rompecorazones”, y está invadiendo poco a poco el marginal barrio de Hell’s Heart.
Este parásito actúa como una especie de sanguijuela interdimensional que se fija a su portador alimentándose de su tristeza y devolviéndole ampliada su propia desesperación en un ciclo sin fin que solo puede terminar con la muerte del huésped. El rompecorazones campa a sus anchas por el degradado barrio haciendo que, día tras día, sus habitantes se hundan más y más en el pozo de la desesperación. Por el camino, veremos cómo atrapa a la bienintencionada Lana Lang arrastrándola al mundo de las adicciones y de la pornografía en una caída a los infiernos de la que solo el amor y la esperanza la podrán salvar.
Cuando leemos Corazones perdidos podemos quedarnos en la simple historia detectivesca (más propia de Batman) en la que Superman ha de encontrar a su amiga de la infancia o podemos leer más allá. Encontrando una bellísima historia sobre el amor y la esperanza.
El sabor a marginalidad y drama social que Geoff Johns y Joe Kelly logran dar a esta historia, así como el mensaje de redención a través de la esperanza que oculta, hacen que esta sea una de esas pequeñas obras que quedan en el recuerdo del lector.