Reseña de cómic
Batman: Ciudad Rota
de Brian Azzarelo y Eduardo Risso
Ivan García
Editorial original: DC Comics (Batman # 620-625 USA)
Edición española: ECC Ediciones
Guion: Brian Azzarelo
Dibujo: Eduardo Risso
Cartoné. 240 págs. A color.
ISBN: 978-84-16070-04-6
“Tanto monta, monta tanto, Risso que Azzarelo”, gracias a la fortuna o al destino Brian Azzarelo y Eduardo Risso cruzaron sus caminos allá en 1998. Bueno, en realidad fue el editor Axel Alonso quien les puso en contacto para realizar la obra Jonny Double en el sello Vertigo. Y en este mismo sello estos dos autores culminaron la gran serie de estilo noir, 100 Balas.
Por primera vez y durante seis entregas, Azzarelo y Risso se ponen al mando de la serie del Murciélago que abarcó los números Batman #620 a #625 USA con el arco Broken City.
Mi Batman preferido siempre ha sido el detective más callejero, investigando escalofriantes misterios en oscuras atmósferas. Y precisamente esto nos ofrece Batman “Ciudad Rota”, un cruel misterio aprovechando al máximo la ciudad de Gotham y los personajes que la habitan.
Es una historia con esencia noir y, tal y como debe ser en una novela negra, una voz en off nos introduce en una noche lluviosa y un oscuro callejón donde ha ocurrido un crimen. Batman encuentra al principal sospechoso, Angel Lupo, un criminal de los bajos fondos de la ciudad.
Durante la persecución, el sospechoso deja atrás en el camino de su huida, lo que parece ser el asesinato de dos padres en presencia de su hijo. Esto despertará en el Hombre Murciélago recuerdos de lo que sufrió de niño y se convertirá en algo más que un caso que resolver, será una cruzada obsesiva y peligrosa.
Por una parte tendremos a Batman buscando pistas en los bajos fondos de la ciudad, donde tendrá que hacer frente a los villanos que se mueven como pez en el agua por esos ambientes, como Killer Croc, el Pingüino o Scarface. Y por otra parte tendremos a un Bruce Wayne que revivirá el asesinato de sus padres, donde el guionista destacará y profundizará en el matiz de la culpa.
“¿Cómo se puede ser tan cruel como para matar los padres de un niño…y dejarlo vivo a él? ¿Cómo se puede ser tan cruel…?”
Bruce Wayne (Batman #621 USA)
Da la sensación que Ciudad Rota está a medio camino entre Batman Año Uno y El Regreso del Caballero Oscuro de Frank Miller. Y aunque Risso y Azzarelo llevan la obra a su terreno, construyen una historia clásica de cine negro, con su duro detective, la femme fatale, un cruel crimen, y una ciudad decadente con sus habitantes “rotos”. Pero trasciende todos estos clichés de novela negra al vincularla a la mitología de Batman y el trauma del fatídico asesinato de sus padres a la salida del cine en el callejón del crimen.
En el apartado artístico, Eduardo Risso crea una magnífica sensación atmosférica decadente y oscura, con muchos espacios negros y colores pálidos. Las estructuras de la ciudad, el humo de las calles, la iluminación… Gotham City se descubre como una protagonista más en la trama.
En cuanto a personajes, dibuja un espectacular Batman. Sin embargo, algunos de sus rostros son muy extraños y desagradables. Por supuesto que trata de ilustrar el tipo de personas que viven en Gotham, pero no acaba de funcionar si Bruce Wayne es más intimidante sin su máscara. En lugar de un apuesto playboy, su versión de Bruce Wayne parece un matón callejero.
Cabe destacar el maravilloso trabajo de coloreado de Patricia Mulvihill. Acierta los tonos para cada momento o lugar: grises para la ciudad, azulados para la Mansión Wayne o colores brillantes en el club de striptease… Hasta algunos detalles que no solemos fijarnos como las cajas de texto con tonos grises y azulados que encajan perfectamente en la trama y no te sacan de la lectura.
En conclusión, esta es una obra bastante sólida con una historia y ambientación noir magnífica. Pero también tiene su lado negativo que no la hace una obra tan definitiva como puede ser Año Uno. A veces da la impresión que el guionista va inventando algunos acontecimientos sobre la marcha, con la sensación cerca del final que algunos sucesos son inverosímiles y que se desmoronan bajo un escrutinio un poco más preciso.
Durante la trama iremos recopilando pistas, algunas falsas otras ciertas, pero el viaje hacia el giro final es satisfactorio. Azzarelo juega con la imagen con que Bruce Wayne quiere ser visto (como un hombre duro), y con la imagen como realmente es (un niño que extraña a sus padres). La sucesión de acontecimientos deja claro que en esta Ciudad Rota no hay nadie inocente.