Reseña de Cómic
Marvel Comics Library. Spider-Man. Vol. 1
de David Mandel y Ralph Macchio
David Haldon
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TASCHEN
Marvel Comics Library. Spider-Man. Vol. 1 (inglés)
David Mandel, Ralph Macchio
Tapa dura, 28 x 39,5 cm, 4,83 kg, 698 páginas
€ 150
ISBN 978-3-8365-8233-9
Hoy se pone a la venta por parte de TASCHEN el libro MARVEL COMICS LIBRARY. SPIDER-MAN. VOL.1, obra de David Mandel y Ralph Macchio, un tomo de 698 páginas y tamaño gigante que recopila los primeros 21 números de la serie original, los inicios del personaje de la mano de sus creadores Stan Lee y Steve Ditko.
Es una etapa muy valorada por los aficionados clásicos pero muy desconocida (en general) por nuevos lectores. De hecho, en España, después de la inicial edición de Vértice en los 70 (en blanco y negro, con viñetas remontadas y diálogos inventados, marca de la casa) hubo que esperar 30 años para estar de nuevo disponible para los lectores, empezando Forum la reedición del Spider-Man clásico a finales de los 90 con los números de John Romita Sr. y habiendo que esperar años después (2002) para que la misma editorial publicara en su totalidad esta etapa primigenia.
Y es que el estilo de Ditko, a primera vista, puede parecer tosco o poco vistoso, sobre todo para el ojo menos formado, pero sin sus lápices y la aportación al personaje (reconocido como co-creador del mismo por parte de Stan Lee) Spider-Man nunca se habría convertido en el icono de la cultura popular que es hoy día. Pero para entender con totalidad la grandeza de este autor y su importancia para el personaje hay que ver su aportación en contexto.
Spider-Man, un héroe que marcó un antes y un después
La publicación del primer número de Spider-Man supuso un antes y un después en el mercado de cómic americano, cambiando para siempre el concepto de héroe. Esta situación no se dio por casualidad, sino por la unión del talento de dos genios del cómic en su mejor momento creativo, que hicieron de Peter Parker el personaje más popular del universo super-héroico junto a Batman y superando al propio Superman.
Spider-Man no fue el primer superhéroe Marvel. Los 4 Fantásticos habían debutado el año anterior, abriendo lo que se conoce como «La era Marvel». Incluso Hulk había llegado al mercado meses antes, pero Spider-Man era diferente.
Tanto Hulk como Los 4 Fantásticos y el resto del panteón Marvel estaban alejados del concepto de héroes perfectos, dioses, que tradicionalmente habían planteado los héroes de DC. Tenían dramas y tragedias que no se habían planteado antes en el cómic de superhéroes como la culpabilidad de Richards por no poder devolver el aspecto humano a su amigo Ben, el sufrimiento de este por su deformidad, la conversión en un monstruo incontrolable por parte de Bruce Banner, etc. No obstante, no dejaban de ser hombres adultos, incluso exitosos (inventores, pilotos, genios de la ciencia), mientras que Spider-Man era algo totalmente distinto.
Un héroe que podría ser cualquiera de nosotros
Peter Parker no era un adulto exitoso golpeado por la tragedia. Era un adolescente pobre, un huérfano que vivía con sus tíos en un humilde vecindario de Queens. Ni siquiera era popular. Era un marginado, un paría en el instituto víctima del bullying y los abusos e intimidaciones de los matones de clase.
Por primera vez en la historia (el Capitán Marvel original aún siendo un niño tenía un tono mágico y de fantasía muy alejado de esto), existía un superhéroe con el cual sus lectores potenciales, los niños, podían identificarse. Y no sólo por la edad sino por sus problemas con las chicas, la falta de dinero, el sufrimiento por las burlas de sus compañeros, la sobre protección de su tía… no era un dios hecho hombre, un soldado poderoso ni un millonario ocioso, era un «nerd» enclenque, empollón y con gafas. Era uno de ellos.
Visto en retrospectiva ¿a alguien puede sorprenderle que fuera un éxito instantáneo?
Pero en aquellos tiempos, un concepto tan radical y diferente a la norma despertaba dudas y Lee tuvo que emplearse a fondo para venderle la idea a un Martin Goodman (propietario de Marvel en la época) que argumentaba que «a nadie le gustan las arañas». De hecho esa mítica historia de origen debutó en «Amazing Fantasy #15» (revista contenedor a la que le quedaba sólo un número) pero, dado el éxito del personaje este rápidamente pasó a tener su propia cabecera.
Pero esa popularidad inicial que se ha mantenido hasta el día de hoy no se podría entender sin las aportaciones de Ditko. Empezando por el diseño de su uniforme (completamente diferente a cualquier superhéroe hasta entonces) y sus ideas sobre la personalidad, el entorno y los secundarios de Peter Parker, ideas que partían de su firme creencia en el Objetivismo Randiano y que chocaban muchas veces con las de Stan Lee, siendo este continuo choque lo que a la postre supuso la salida del dibujante de la colección, para nunca volver.
El diseño de Spider-Man supuso toda una transgresión de la regla no escrita sobre cómo tenían que ser los uniformes de los superhéroes; muy alejado del diseño y la idea inicial encargada a Jack Kirby (años después este se arrobaría la creación del personaje, lo que motivó una polémica entre El Rey y Ditko, polémica que este último zanjó con el siguiente dibujo:
En primer lugar el diseño general del personaje, alejado de las líneas apolíneas que habían dominado en el medio hasta entonces y reflejando la idea de miedo que el público general tiene a las arañas. La máscara fue una transgresión total; cubría el rostro completamente al contrario que la habitual de media cara en personajes como Flash, Batman o el Capitán América y con unos grandes ojos blancos sin pupilas.
Hoy día nos hemos acostumbrado a este diseño, pero en el momento esos ojos vacíos e inescrutables producían desazón, realzados por las telarañas que cubrían todo el rostro y que se continuaban por el resto del cuerpo. Era un cambio radical en la forma de representar a un héroe. Y esto fue mérito absoluto de Ditko.
El realismo en cuanto a la familia y el mundo que rodeaba a Peter Parker fue otro de los aciertos del autor; un realismo de clase media baja, cotidiano, tanto en el diseño de la tía May o la casa de Peter
como en sus compañeros de instituto, las situaciones qué sufría el personaje (la continua falta de dinero, la explotación de J. Jonah Jameson, la desconfianza de la policía…) el diseño y origen de sus principales villanos, sobre todo el Duende Verde, el cuál Stan Lee quería hacer una especie de antiguo faraón egipcio.
Todo surge directamente de la forma de entender la vida de Ditko, basada como ya hemos dicho en el objetivismo, filosofía muy en boga en la América de la época y que a, día de hoy sigue teniendo muchos adeptos. El mismo Snyder, el cineasta, es firme creyente.
El Objetivismo es una filosofía basada en el pensamiento de la autora Ayn Rand, escritora de obras como «El Manantial» cuyas ideas siguen teniendo gran fuerza en los Estados Unidos hoy día. No es simplemente una ideología retrógrada asociada al ultracapitalismo como se suele entender hoy día, también propugna el racionalismo, el rechazo a las religiones y a conceptos «impuestos» por la sociedad como la solidaridad ya que supone un «robo» a quién se ha esforzado y sacrificado por alcanzar sus metas, de ahí que según esta filosofía el capitalismo puro es la única forma de alcanzar la felicidad para el hombre.
En el plano literario una de sus características más importantes es el protagonismo absoluto del héroe en la historia, a través del cual surge y se desarrolla la trama, dándose en los personajes también un individualismo absoluto.
Si vemos las características principales de Spider-Man como personaje, esa soledad impenitente. Hasta el inicio de los 2000 y con la llegada de Bendis, Spider-Man nunca militó en ningún grupo, salvo casos puntuales o intentos fallidos como incorporación a los 4 Fantásticos. Ese poder que le pone muy por encima del resto, que produce rechazo/envidia en sus inferiores y que le convierte en perseguido (Jameson, la policía), etc.
Gráficamente, todas las ideas objetivistas del autor están plasmadas en la mítica splash page del «If This Be My Destiny…!» del Amazing Spider-Man #33, con guion y dibujo del propio Ditko (acreditado como argumentista único desde el número 26) y en su monólogo inspirador.
Junto a Mister A (otro de los personajes creación de Ditko y que se basa en la idea objetivista de «A es A»), Spider-Man es quizás el personaje en cuya creación la filosofía objetivista tiene más importancia, aunque después de décadas de suavizar estas ideas, sobre todo a raíz del abandono en de la colección por parte de Ditko por su enfrentamiento con Stan Lee por la dirección de la historia en general y el desarrollo del Duende Verde en particular, estas apenas son reconocibles ya, pero Spider-Man es sin duda la mejor creación de su autor junto al Doctor Extraño.
Con esta exquisita edición de Taschen se hace justicia a un hombre y un personaje sin cuya existencia el cómic americano no sería lo que es hoy.
El volumen es presentado en tamaño XXL. Recopila las primeras 21 historias clásicas publicadas entre 1962 y 1964 y, según palabras de la propia editorial, «se han abierto ejemplares originales inmaculados y se han fotografiado para su reproducción en estrecha colaboración con Marvel y Certified Guarantee Company. Incluye un exhaustivo ensayo histórico del editor de Marvel Ralph Macchio, obras de arte originales, fotografías inéditas y otras joyas ocultas: 698 páginas de maravillas que harán que los sentidos arácnidos de los aficionados se estremezcan de placer.»