Reseña de Cómic
Dragon Ball Super parte 2 de 2
de Akira Toriyama y Toyotaro
Jesús Mateos
Editorial japonesa: Shueisha
Contenido original: Dragon Ball Super
Editorial española: Planeta Cómic
Guión de Akira Toriyama
Dibujo de Toyotaro
Tankobon. B/N. 192 páginas. 7,95€ cada uno

Volvemos de nuevo con nuestro manga favorito para averiguar si lo que dijimos en la primera parte (aquí) era verdad o no: ¿Son mejores las últimas sagas que las primeras? ¿Ha mejorado Toyotaro como narrador? ¿sigue Akira Toriyama tan despistado y con ideas peregrinas? Todo eso y más lo veremos haciendo un seguimiento a las sagas posteriores a la de Goku Black, así que aumenta tu ki y volemos a la batalla que nuevos enemigos y desafíos nos aguardan.
Después de una mejora (con sus más y sus menos) con la última saga, parece que el dúo de mangakas nos traían una buena noticia: ¡Iban a retomar los mejores conceptos y expandirlos con detalle! Un gran torneo multiversal, un gran battle royale, un todos contra todos que haría las delicias de todos los seguidores.

Imaginad las piezas en el gran tablero que se nos ponía por delante: volvíamos a ver luchar a los androides 17 y 18; Piccolo y Gohan volverían en mejor forma que nunca; incluso los primeros guerrreros Z, Krillin y Ten Shin Han, volvían para echar un cable; volveríamos a ver guerreros tan interesantes como Cabba, Hit o Frost y se nos presentaban a las primeras saiyanas ¡En súper saiyan!
Como fan no podía pedir mucho más porque iban a ser 80 guerreros dándolo todo. Peeero, y, es que hay peros, la saga no resultó tan brillante como prometían. Se empezó esta saga con muy buena mano, con el reclutamiento de nuestros héroes y tomándose su tiempo en presentar a los otros universos, ya fueran con el elenco de ángeles, Kaioshins y Dioses de la Destrucción, ya fueran luchadores que serían importantes como Kale, Caulifla o los componentes de la Tropa del Orgullo.

Este periodo de «entre guerras» que tuvo una duración de cinco capítulos, tuvo una factura notable en su ejecución. Hubo pequeñas muestras muy interesantes de combates a modo de entrenamiento o verificación de nivel como el de Vegeta contra Beerus o Goku SSJ3 contra A17. El mini battle royale de los Dioses de la Destrucción tuvo una ejecución soberbia. De lo mejor que había visto tanto por los diseños de los implicados, sus técnicas y por el modo tan novedoso de combatir que se traía a una franquicia marcada a menudo por cierta falta de originalidad. También tuvieron a bien de regalarnos un pequeño resumen y contarnos la situación de Freezer, ya que su historia había sido descrita en una película y no en el manga
Considero que el capítulo dedicado a los súper héroes (porque son súper héroes vaya) de la Tropa del Orgullo le iba como un guante al mundo del Dragon World. Que los seres más poderosos se encargaran, como la Legión de Superhéroes de DC, de la protección de los más desfavorecidos de su universo parece algo evidente. Creo que hay algunos personajes clásicos que bien podrían tomar este rumbo para expandir el universo de Toriyama como miniseries o series secundarias (pero no pidamos peras al olmo que esto no es un cómic de EEUU).

Si todas las piezas estaban tan bien puestas en el tablero ¿en dónde estaba el fallo? Podemos indicar sin equivocarnos que el error fue doble, están relacionados y no es 100% culpa de los autores:
- Un todos contra todos de 80 personajes (casi todos nuevos) era un bocado más grande de lo que Toriyama y Toyotaro podían tragar. Narrativamente era imposible poner bajo los focos a todos, esto significó que gran parte del torneo ocurre en viñetas que no vemos y también significó que ni siquiera muchos de nuestros protagonistas pudieron tener su propio espacio. Que Krillin y Ten Shin Han fueran eliminados como fueron eliminados o que A17, y no Piccolo, venciera a un adversario gracias a la audición no tenía perdón de Kami. Además el desequilibrio de poder existente entre los luchadores rompía cualquier intento de dar un poco de sentido a los combates. Bastaba con que Vegeta hubiera usado un Final Flash y habría barrido a casi todos los combatientes, por poner un ejemplo.
- El otro error más importante que el anterior y relacionado con el mismo fue la falta de tiempo. Los editores tuvieron que poner una presión enorme sobre los autores para que el final del manga y del anime fueran más o menos acompasados. El anime iba a terminar en el capítulo 131, lo cual obligaba a Toriyama y Toyotaro a ir más rápido y no poder lucirse. Quiero pensar que cualquier pega a esta saga no es culpa de los autores por este motivo.

Como resultado los capítulos dedicados al Tornero del Poder salen peor parados si los comparas con el anime (cosa que no deseo hacer) y aquí al manga se le notaron las carencias y se obtuvieron resultados dispares: algunas viñetas eran muy simples, o demasiado pequeñas para lo que se merecía mostrar bien; y otras traen escenas potentes, bien dibujadas e interesantes como las de Freezer ensañándose con los saiyanos del Universo 6, el (imposible de creer pero) emotivo momento del maestro Mutenroshi o Goku y Vegeta totalmente desgastados contra Jiren.

Mucho me habéis oído decir que si la falta de originalidad o que Goku gana siempre, pero al menos considero como regalo a los fans el modo en el que el torneo termina: con un impecable trabajo en equipo y con un plan inteligente. Por no mencionar quién queda como ganador… Por fin veíamos un cambio bienvenido y novedoso.
Y es que esta deriva ya presentada en el Tornero del Poder en el que la habilidad a veces puede contar más que el poder bruto es algo vital para una serie con escalas de niveles rotas. Si queríamos tomarnos en serio los combates, los fans necesitábamos una cierta justificación. Y el valor de la habilidad y la técnica es algo que se explora en las siguientes sagas con mucho acierto.

Terminado el Torneo, en el mismo capítulo 42, empieza la saga más larga hasta ahora de Dragon Ball Super: la saga de Moro. Entre medio del Torneo y la saga de Moro tienen cabida los sucesos acaecidos en la película de Broly (que fue espectacular). Aquí de nuevo, se da por hecho que la has visto, y siguen con la obra. La saga de Moro no sólo es la más larga sino que es la mejor indiscutiblemente de Super, y algunos seguidores son capaces, en un ejercicio de objetividad, de ponerla por encima de algunas sagas de la Z clásica. Y es que, como decíamos en la primera parte del análisis, esta saga cumple con los requerimientos: innova, respeta y tiene espíritu Z.

- Innova al traer a personajes diferentes que usan la habilidad, objetos o poderes mágicos, más que el poder bruto. Lo cual los hace más interesantes y complejos de lo habitual. La idea de la Patrulla Galáctica está bien desarrollada (para los cánones de la serie) y Jaco muestra ser un gran personaje y no sólo un recurso cómico más. Los enemigos a batir tienen trucos, diferentes poderes, habilidades y juegan sucio. Durante la primera parte de la saga de Moro el mundo de Dragon Ball Super se ve impregnado de un espíritu de aventuras y ópera espacial que le da nuevos aires y encaja a la perfección: con ladrones, una persecución en un tren futurista en un planeta alienígena, un cárcel galáctica, diferentes mundos que se vislumbran. Desde luego es una invitación a soñar con el potencial de la franquicia.

- Respeta al permitir el lucimiento en mayúsculas de personajes como Majin Bu, que lo habían descartado siempre por razones más cómicas o convenientes para el guión; Son Gohan y Piccolo tienen a título personal los combates más interesantes del manga hasta la fecha contra 73 y contra Sagambo. Hasta Krillin tiene un gran combate contra uno de los secuaces de Moro. El apoyo de Mutenroshi y los androides 17 y 18 es muy agradable de leer. Por tener cabida, hasta Yamcha y Chaoz puede lucirse un poquito. Si en la saga anterior tuvieron que ir contrarreloj, aquí tienen tiempo para todo. Hasta Vegeta tiene una reconciliación con su pasado, otro paso a la madurez total. Vegeta ya no sigue el camino de Goku, sino que marcha por su propia senda. También por una vez respetan las normas autoimpuestas que se han preestablecido para algunos personajes (el caso de Merus) y al menos en esta ocasión no se olvidan ni desdicen lo marcado, algo propio de Toriyama.

- Tiene un marcado espíritu Z: hay violencia, sangre, personajes atravesados, combates a muerte y un dibujo más parecido que nunca al de Toriyama más clásico. La evolución de Toyotaro es más que notable, su dibujo es más detallado y parecido al de Toriyama de Z, pero a la vez tiene unas composiciones y puntos de vista con su propio estilo. Moro es un ser, como se dice ahora: chetado, lleno de recursos. En algún momento me recordó a Galactus porque también come planetas… Este villano además se transforma (gusten más o menos las transformaciones) como los viejos villanos de Z como Freezer, Zarbón o Célula.

Esta saga es sin duda lo mejor de Super con diferencia. Y si alguna pega tengo que ponerle es que Vegeta no diera el golpe final al villano (aunque es indispensable para vencerlo) o que Son Goten y Trunks sigan desaparecidos y sin crecer. Como observaréis esta saga pone a Dragon Ball Super al mejor nivel, la experiencia de Toyotaro se nota, pero lo mejor de todo es que aquí no acaba la cosa. En la presente saga que actualmente no ha terminado aún, el dúo de mangakas nos traen un arco argumental con un aroma muy nostálgico por la aparición de un personaje muy querido por los fans al que se le insufla nueva vida gracias a una retrocontinuidad bien gestionada. Pero el análisis del vigente arco de Granola quedará aplazado hasta que termine. Aunque, por ahora, yo la pondría a un nivel parejo al de la saga de Moro, lo cual es una noticia fantástica.

No dejéis pasar por alto los volúmenes de esta gran etapa. Tiene todos los ingredientes para que los fans disfrutemos como en décadas pasadas: aventura, acción, violencia y un reparto más coral, sin olvidar ciertos alicientes de originalidad en varios aspectos que mejoran la experiencia de lectura. La evolución de Toyotaro es más que evidente a estas alturas, y los que le ponían peros a su trabajo observarán que su arte ha alcanzado un gran nivel (y aún hay margen de mejora). Y como mejor aliciente para seguir comprando Dragon Ball Super es comprobar mes a mes que la actual saga de Granola sigue dando buenas noticias para los seguidores. Hay buen Dragon Ball Super para años.
Puntos a tener en cuenta en estas sagas:
- En estas sagas llegamos al mejor trabajo de Toyotaro y Toriayama de todo Super (saga de Moro).
- El Torneo del Poder fue una gran idea pero la presión por finalizar a la par del anime le pasó factura.
- Se sigue innovando con los elementos más propios de una ópera espacial gracias a Jaco, Merus y la Patrulla Intergaláctica (que se merecen un manga para ellos).
- A la vez que se reverencia a personajes olvidados como A17, Piccolo, Son Gohan o el maestro Mutenroshi tanto en el Torneo del Poder como en el arco de Moro.
- Todo apunta que el arco de Granola tendrá tan buen nivel como la saga de Moro.
