Reseña de Cómic
Biblioteca Caballero Luna 1
de Doug Moench y varios autores
Norman C
Biblioteca Caballero Luna 1
Editorial americana: Marvel Comics
Editorial española: Panini
Guion de Doug Moench
Dibujo de Don Perlin, Gene Colan, Keith Pollard y Bill Sienkiewicz
Contiene Werewolf by Night 32 y 33, Marvel Spotlight 28 y 29, The Hulk! 11-15
192 páginas. Cartoné. Color.
ISBN: 9788411013017
16 euros
El inminente estreno de la serie de Caballero Luna protagonizada por Oscar Isaac en Disney Plus ha traído doble alegría a los lectores de cómics, ya que Panini ha decidido editar por un lado en Marvel Saga las etapas modernas del personaje y, por otro, esta Biblioteca Caballero Luna de la que hablamos hoy y que recopila en nueve tomos todas las aventuras escritas por su creador Doug Moench.
El origen del Caballero Luna es muy similar al de Lobezno, ya que ambos debutaron como contrincantes en la serie de otro personaje. Si el mutante canadiense se las vio con Hulk en su primera aparición, el misterioso encapuchado haría lo propio en las páginas de Werewolf by Night, una de las múltiples series que Marvel dedicó al terror durante los años setenta y en las que se había especializado Moench.
El guionista concibió al personaje como el cazador ideal para el hombre lobo protagonista del título al ataviarlo con armas y ropa revestidas de plata. En un principio iba a llamarlo Bloodmoon (luna sangrienta) pero desechó tanto el nombre como un primer diseño con su símbolo en rojo y quedó definitivamente bautizado como Caballero Luna por decisión de Len Wein, creador de Lobezno y editor de Marvel en aquel momento.
En los dos números vemos la presentación del personaje, un mercenario contratado por una organización mafiosa llamada El Comité, para que capture al hombre lobo en el que se transforma Jack Russell. El Caballero Luna recibe apoyo en helicóptero de su fiel Frenchie, que destaca por su peculiar acento francés.
En el transcurso de la aventura quedará claro que el personaje no es exactamente un villano y posee ciertos valores.
Dada la reacción positiva de los lectores, el nuevo editor de Marvel, Marv Wolfman, decidió darle una oportunidad como protagonista con un par de episodios de Marvel Spotlight donde Moench aprovecha para introducir el concepto de las varias personalidades que asume Marc Spector. Así lo veremos encarnar al millonario Steven Grant y al taxista Jake Lockley, lo que unido a su uniforme hace que resulte inevitable que recuerde a Batman y la afición de Bruce Wayne por disfrazarse de Cerillas Malone para investigar en los bajos fondos.
También veremos debutar a Marlene como interés romántico y compañera de una aventura donde ya claramente el personaje tiene un comportamiento heroico al luchar contra un pintoresco jefe criminal y sus matones, que tratan de atentar contra el alcalde de Nueva York.
La segunda parte del tomo incluye las historias de complemento aparecidas en el magazine de Hulk, una publicación de mayor tamaño y novedades como color directo que lanzó Marvel para aprovechar el tirón de la serie televisiva del Goliat Esmeralda. Dado además que Moench era el guionista de la cabecera, parecía el lugar ideal para Spector.
Se nos presenta una historia más larga donde entran en juego varias facciones en la pugna por una antigüedad egipcia. Cabe destacar que a estas alturas todavía no se había establecido la relación del Caballero Luna con el dios egipcio Konshu, ya que el único elemento sobrenatural hasta entonces era un aumento de la fuerza del Caballero ligada a la luna tras ser mordido por el hombre lobo en la primera historia.
De nuevo los enemigos son una banda de hampones, aunque el enemigo final se guarde alguna sorpresa y sea un experto espadachín.
Cerrando el tomo veremos una historia muy curiosa dividida en dos capítulos donde se nos narra lo acontecido desde el punto de vista del Caballero y de Hulk.
En general son historias de corte clásico pero ritmo ágil y que, salvo la presencia de un hombre lobo y de Hulk, están más cercanas a un serial televisivo de la época que a la ciencia ficción.
En cuanto al dibujo tenemos desde un correcto Don Perlin, que tiene el honor de ser el creador gráfico del personaje, al gran Gene Colan o un pujante Keith Pollard, pero, sin duda, es el debut de un recién llegado y muy joven Bill Sienkiewicz el que se lleva todos los focos. Aunque todavía no había desarrollado su particular y magnífico estilo, realiza unas páginas brillantes y claramente influenciadas por Neal Adams a las que les sienta bien el nuevo color antes mencionado.
Añadir que la edición se realiza en papel mate, un acierto para el tipo de color de la época. En cuanto a los extras, se rescatan artículos de los editores y correos de los lectores, entre los que llama la atención la pertinaz presencia de un tal Kurt Busiek. Para finalizar, se ofrecen varias páginas de Sienkiewicz en blanco y negro y una portada realizada por el gran López Espí para la edición española.
En general se trata de un tomo ameno, que, sin contener aventuras especialmente memorables, nos permite disfrutar del nacimiento y evolución del personaje.