Reseña de cómic: Los mejores Marvel Must Have
Los Vengadores: Lazos de Sangre
Editorial original: Marvel
Editorial española: Panini Comics
Guión: Mark Gruenwald y Bob Harras
Dibujo: Steve Epting, Mike Gustovich y VV.AA
Guion: 3
Dibujo: 3
648 páginas
€ 42,70
El tomo que hoy Panini pone a la venta en su colección Marvel Héroes titulado «Lazos de sangre» es prueba del interés que tiene la editorial italiana en recuperar y poner a disposición del público las etapas pasadas del Universo Marvel, y no solo de los títulos más renombrados y míticos de la Casa de las Ideas sino, como en este caso, una saga menor pero muy entretenida.
El tomo abre con el crossover «Lazos de Sangre» que volvía a unir los destinos de los Vengadores y la Patrulla X después de muchísimo tiempo (y es que los mutantes durante décadas habían permanecido en su propio universo, prácticamente desconectados del resto de personajes Marvel) y que tiene un planteamiento interesante e inspirado en la realidad política del momento.
La historia surge a partir de las tramas en las que estaban imbricados los mutantes en esa década; la vuelta de Magneto, su aparente muerte y el surgimiento de su heredero espiritual. Un Éxodo que en su momento fue un personaje que prometía mucho pero que con el tiempo se fue dejando de lado aunque ahora lo ha recuperado Hickman para su etapa. En este caso, son los Vengadores los invitados al banquete, son ellos los personajes que se arriman a la popularidad de los mutantes intentando remontar ventas y atraer la atención, curioso cómo han cambiado las cosas hoy día.
El argumento gira en torno al secuestro de Luna, la hija de Mercurio (y por lo tanto, nieta de Magneto) y la inhumana Crystal por parte de Fabián Cortez, el personaje que fue mano derecha de Magneto y que después de su traición intenta salvar la vida utilizando a Luna como rehén, a la misma vez que inflama los ánimos de los mutados de Genosha hasta el punto de llegar a la guerra civil. En esta situación los Vengadores (que en ese momento están a las órdenes de la ONU) rompen su acuerdo con esta organización para ayudar a Pietro y les pone en ruta de colisión con los X- Men, que también han ido a poner paz, iniciándose el típico enfrentamiento entre grupos que luego da lugar a la unión contra el enemigo común.
La historia es una metáfora de los conflictos balcánicos de la ex Yugoslavia que estaban a la orden del día en ese momento, en el principio de los 90. Genosha que es un reflejo del Kosovo multiétnico en el que las diferentes facciones religiosas y culturales se estaban matando, mientras las Naciones Unidas discutían y dejaban pasar el tiempo sin llegar a un acuerdo y sin intervenir, lo que a la postre produjo muchas más víctimas, enfrentamientos y odios, que aún hoy se mantienen.
Es una saga que parte de una buena idea y con un buen inicio pero que se resiente del hecho de estirarla hasta los seis números. Eso junto al baile de dibujantes —aunque hay algunos como Romita y Kubert están a muy buen nivel— termina dando una aventura entretenida y con momentos para recordar, pero que deja la sensación de que podía haber dado mucho más de sí.
La segunda historia en importancia en este tomo —»Terminatrix»— es la secuela directa de «Ciudadano Kang» una de las sagas más recordadas por los fans de Los Vengadores y centrada en uno de sus mayores enemigos, Kang el Conquistador. Por desgracia, este «Terminatrix» está muy lejos de la calidad de la historia original. Aquí, un equipo de Vengadores compuesto por Thunderstrike, Máquina De Guerra y U.S.A Agente se ven envueltos en las maquinaciones de Terminatrix, antes conocida como Ravonna y antiguo interés amoroso de Kang, que en las tramas de la época actuaba como regente en ausencia de este pues, en aquel momento el Conquistador estaba en animación suspendida.
Terminatrix busca expandir los dominios de Cronopolis, su imperio temporal, pero choca con un ser que le impedirá hacerlo. Los Vengadores son llevados al conflicto para evitar el triunfo de Terminatrix y el despertar de Kang. Todo ello contado por la solvente pluma de Gruenwald que, si bien hace un trabajo correcto, deja la sensación de que deja algo por contar, y es que el autor fallecería poco después sin desarrollar todas las semillas que plantó en esta historia.
Al dibujo tenemos a un muy olvidado Mike Gustovich, de dibujo más que correcto, y que no abusa de los excesos en los que caían los dibujantes de la época, pero al que se le puede achacar la falta casi total de fondos en muchas páginas, rellenadas con color.
El tomo se complementa con dos historias autoconclusivas de los Vengadores: Strikefile en el que se nos cuenta el descubrimiento de una base de datos que recoge todas las relaciones de los Kree con la Tierra a lo largo de la historia y «Caballero Negro: Éxodo» donde somos testigos de las aventuras de Dane Whitman y Sersi en las Cruzadas, luchando para volver a nuestro propio tiempo, y el descubrimiento del personaje que se convertiría posteriormente en Éxodo.
En conjunto, un tomo de calidad heterogénea con algunas tramas que, si bien no pueden considerarse imprescindibles, son entretenidas y muy disfrutables. Sobre todo para los aficionados que echan de menos un tiempo en el que la continuidad moldeaba la forma de hacer historias y a los personajes, algo que en Marvel ya se ha perdido.