Fearscape
Guionista: Ryan O’Sullivan
Dibujante: Andrea Mutti
Editorial española: Medusa Cómic
Editorial original: Vault Comics
Fearscape es una obra de Vault cómics, pequeña editorial americana que está dando muchas sorpresas y cuyas obras empiezan a llegar poco a poco a España (Heathen de Astiberri es una de ellas)
En este caso Medusa nos trae una historia autoconclusiva que en muchas críticas y páginas americanas comparaban y hacían paralelismos con Sandman, y si bien tiene algunos elementos en común, la trama es muy diferente.
Lo que el guionista Ryan O’Sullivan nos ofrece es una obra de metaficción o metanarrativa, una lectura a dos niveles con constantes referencias a autores clásicos desde Kafka a Petrarca pasando por Navokov, Camus, Lovecraft, Poe, el Ulises de Joice o incluso Gaiman y Campbell (el Camino del héroe) a veces citados específicamente y otras incluidos a vuela pluma en los diálogos para que sean reconocidos por el lector avezado… pero a pesar de eso no es un relato pretencioso, sino más bien irónico (incluso el protagonista repite constantemente su desprecio a la metaficción cuando la obra misma lo es)

Este protagonista es uno de los puntos fuertes de esta historia, un personaje despreciable pero habilidoso, capaz de engañar, confundir y hacer que incluso los actos más viles parezcan justificados, y lo mejor es que durante toda la obra trata de convencer al lector de que esos actos son inocentes o de que se ve forzado a ellos a pesar de que por esos dos niveles de lectura a los que ya nos hemos referido, uno en el que vemos cómo se produce la historia y otro a base de cajas de diálogos en el que el protagonista (y también narrador omnisciente) nos trata de convencer de que lo que vemos en las viñetas no es lo que parece, somos en todo momento conscientes de la realidad de lo que está pasando.
Solo por eso, por la originalidad en la narración, merece la pena darle una oportunidad a esta obra pero además el final (inesperado, pero del que te han ido dando pistas desde el principio) da un giro total a todo lo que nos ha contado, quedando una sensación final de satisfacción por una obra que tendrá muchas lecturas en el futuro.
El dibujo es quizás el talón de Aquiles de esta obra Andrea Mutti sin ser malo tiene un trazo demasiado simple y funcional; sirve para contar la historia pero no la hace destacar en ningún momento y la ausencia de fondos hace que el mundo que se nos presenta, que en manos de un autor mas capaz hubiera brillado, quede aquí bastante pobre y deslucido, aunque el colorista Popov hace un buen trabajo y mejora el resultado final.
Un cómic diferente, distinto a la miríada de títulos que atiborran las estanterías cada mes y que sorprende en una época en la que ya parece ya todo inventado. Muy recomendable.
Reseña de David Haldon