Reseña de Cómic
Extremity
de Daniel Warren Johnson y Mike Spicer
Edición original: Image/Skybound
Edición española: Planeta Cómics
Cartoné. 304 páginas. Color.
Extremity de Daniel Warren Johnson (Murder Falcon, aquí su reseña) ha sido una de las sorpresas del año. Un cómic desconocido en España y realizado íntegramente por un autor que abordaba aquí su primera obra importante después de pequeñas experiencias en la autoedición. El resultado final ha sorprendido a todos y ha puesto por méritos propios a esta obra entre lo mejor que se ha publicado en lo que llevamos de año.
Pero, ¿quién es Warren Johnson? ¿Qué es Extremity?
Esta es la obra de un autor prácticamente autodidacta que se pasó su infancia y adolescencia dibujando y perfilando su estilo. Warren absorbió influencias de diferentes autores y creó un estilo reconocible y espectacular en el que destaca el diseño de personajes y escenarios, el movimiento, las escenas de acción y la espectacularidad de algunas planchas.
En cuanto al guión, podemos definirlo como un Mad Max en el espacio. Una historia que formalmente podemos clasificar como aventura épica espacial, pero que bebe de muchas fuentes desde el mejor Miyazaki hasta el ya citado Mad Max. Una obra que posee un mensaje pacifista y ecologista que lo impregna todo, a pesar de la violencia y el gore que desprenden algunas imágenes.
Un Futuro sin nuestro planeta
Warren nos presenta aquí un futuro en el que la Tierra ha quedado destruida y lo que queda de la humanidad se asienta en sus restos que flotan esparcidos por el espacio. Distribuida en pequeños clanes que luchan por los recursos y la tecnología que resta después del gran cataclismo, la Humanidad está dividida en grupos tribales. Éstos viven una guerra perpetua, dónde las deudas de sangre, el honor y, sobre todo la venganza, lo dominan todo, ahogando la individualidad y los sueños de unos personajes qué ven cómo se convierten en simples piezas de un juego eterno de sangre y venganza.
La historia puede pecar de demasiado sencilla, sin giros de guión que sorprendan al lector y quizás tiene un desarrollo demasiado previsible, pero está tan bien contada, los personajes están tan bien perfilados y desarrollados y el mundo que crea es tan rico y complejo —el universo que Warren ha creado da para contar muchas más historias— que lo compensa con creces. Además, el ritmo es muy bueno y no decae en ninguna ocasión, de forma que aunque la historia no sorprenda en ningún momento, nunca aburre.
Un gran comic que sorprende por la madurez que muestra un autor prácticamente novel y que aquí hace uso de un ritmo y una narrativa impecable, dominando los recursos del género como un auténtico veterano.
De lo mejor del año.