Reseña de Cómic
Marvels Ruinas
de Warren Ellis, Nielsen y Moeller
David Haldon
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Título en USA: Ruins
Guión: Warren Ellis
Dibujo: Nielsen y Moeller
Editorial Española: Panini
Editorial USA: Marvel
Portada Marvels Ruinas – Paninni/Marvel
EL PRINCIPIO DEL FIN DEL NOVENTERISMO
Marvels de Busiek y Ross marcó un antes y un después. De un lado, fue una reacción al «noventerismo» a una estética y una forma de entender el cómic de superhéroes cuyo máximo exponente fue Rob Liefeld y que había ocupado la primera mitad de la década. La obra de Ross fue el inicio de una vuelta al clasicismo que cristalizaría completamente años después con la iniciativa «Heroes Return» que nos daría obras como Los Vengadores del mismo Busiek y George Pérez o el Capitán América de Mark Waid.
Pero Marvels fue también el inicio de una moda, la de los cómics pintados, que dio lugar a una sucesión de imitaciones que trataban de emular el espíritu, la temática o la estética de la obra original. La mayoría de esas imitaciones fueron bastante mediocres pero, como en todo, hay excepciones y Ruinas es un buen ejemplo de ello.

Es una miniserie de Warren Ellis en dos números que en España sé público en el formato prestigio de tapa blanda, tan querido por Forum, hace más de 20 años y que ahora Panini recupera en un tomo (junto a otras historias) dentro de la «Colección Marvels: Ruinas» y que viene a ser el reflejo oscuro de la obra de Busiek y Ross. Incluso el diseño de la publicación original recuerda a esos cuatro prestigios con marco negro alrededor de la portada y las grandes letras de molde en el título, pero el interior es muy diferente.

Aquí Warren Ellis al guión y Nielsen y Moeller al dibujo nos presentan a Phil Sheldon (el protagonista de Marvels) también reuniendo información para un libro. Pero, al contrario que en la obra original en la que retrataba a los «prodigios» que anunciaban una época gloriosa y brillante, aquí muestra esos mismos acontecimientos y personajes desde un punto de vista trágico, oscuro y decadente.

Nada más abrir el cómic vemos como un misil gubernamental destruye el quinjet de los Vengadores, matando a los últimos miembros del grupo. Mientras, más adelante y a través de notas de prensa, vemos como el resto fueron asesinados o se convirtieron en informantes del gobierno. Un gobierno tiránico y despótico presidido por un personaje del universo Marvel al que sorprende ver en esta posición.
UN RECORRIDO TRÁGICO POR EL UNIVERSO MARVEL
La historia es un recorrido por la galería de los horrores, sin detenerse en ningún momento ni profundizar en el porqué de las situaciones individuales, sólo visitando diferentes lugares y personajes a cual más trágico, de forma que vemos a un Lobezno convertido en un borracho patético de bar de carretera, aquejado de una especie de cáncer óseo que le deforma las articulaciones, especialmente en las manos. Visitamos junto a Sheldon los campos de detención Kree, en los que el resto de esa otrora orgullosa raza (liderados por un tal Marr-vell) muere poco a poco víctima de las enfermedades inducidas por el gobierno que les ha atrapado, o conocemos a un tal Rick Jones, despojo humano que pasa sus últimos años entre chutes de morfina y su obsesión por denunciar una gran conspiración, mientras maltrata a su novia, una yonki llamada Marlo…

Todas estas cosas las vemos de pasada a través de imágenes en los titulares del periódico o en las entrevistas o notas del protagonista, a través de cuyos ojos se nos presenta la obra; un desfile por el horror que creo sería difícil ver publicado en la Marvel de hoy día, dado lo fuerte de algunas imágenes y el tratamiento que se le da a algunos personajes, pero que no se siente forzado o buscando la provocación gratuita, simplemente es lo que esta historia, tan oscura y dura, pide.
El dibujo de Nielsen, sucio y onírico, una mezcla de Dave McKean en sus primeras obras, cómo Violent Cases, y Sienkiewicz, le sienta como un guante al guión de pesadilla irreal de Ellis, y es una lástima que en sus últimas páginas sea sustituido por Moeller, que sí bien cumple, no tiene ni de lejos la calidad del primero.
En conjunto, una gran lectura. Desasosegante y que sorprende en un cómic Marvel, por mucho que sea una historia alternativa.
