Reseña de Cómic
Maxi Nathan Never 1
de Michelle Medda, Bepi Vigna, Roberto de Angelis y Romeo Toffanetti
Jesús Mateos
Editorial italiana: Sergio Bonelli Editore
Contenido original: Nathan Never 120-122
Editorial española: Aleta
Guión: Michelle Medda, Vigna Bepi
Dibujo: Roberto de Angelis, Romeo Toffanetti
Cartoné. Color. 288 páginas. 12,95€
ISBN: 978-8415225249
Os presento un conjunto de tres historias de una calidad extraordinaria en esta reseña de las aventuras de Nathan Never. Pasen y vean porque aunque la edición no es la mejor, el material que presenta es sobresaliente y bien merece la pena que leáis el conjunto.
¿Nathan Never? ¿blanco y negro? ¿tamaño reducido? todas esas preguntas me vinieron a la cabeza a la hora de prejuzgar el tomo que editó Aleta hace una década ya…
Si bien había visto en las tiendas de tebeos alguna vez al personaje, no es que se hubiera predicado demasiado, al menos para el público general en España, pero me fié de un consejo y no me he arrepentido de la lectura —como espero que os pase a vosotros—, porque aún se pueden encontrar ejemplares de estos tebeos descatalogados a buen precio.
Creado en 1991, Nathan Never es uno de los personajes clave de la editorial italiana Sergio Bonelli Editori. Sí que había visto a Dampyr, Tex o Dylan Dog. De éste último, incluso llegué a asistir a una peli mediocre. Pero del señor Never, nada. Never. Perdonadme el juego de palabras bilingüe), pues Nathan Never es un personaje interesantísimo.
Después de haber pasado por la policía, Nathan Never se convierte en agente en la Agencia Alfa, una entidad de seguridad que lucha contra el crimen pues en la futura sociedad interplanetaria es necesaria la intervención privada extra para proteger a los ciudadanos de las grandes ciudades.
Este tomo que compré de saldo trae tres historias, editadas originalmente allá por 2001. Y, si bien me costó entrar a la lectura por el blanco y negro y el tamaño reducido, al paso de las páginas, me sentí como cuando leía los tomos de las Bibliotecas Marvel originales ahora tan de moda. Era volver a entrar en un mundo de historieta donde todo lo tenía por conocer y en donde cada viñeta traía una cantidad de diversión ingente.
Y la experiencia ha sido más que satisfactoria. El uso de las sombras, las luces, el ritmo de las páginas y el dibujo son de muy alto nivel. La estética futurista, así como las propias historias, están salpicadas de homenajes de la más alta clase. Y las aventuras tienen un regusto a las mejores obras de ciencia ficción.
Pero en estas tres historias cabe más que la ciencia ficción pura y dura. Vamos a encontrar asesinatos, investigación, reminiscencias bíblicas, homenajes a Shakespeare, IAs asesinas con mandíbulas a lo T-800 de Skynet, miríadas de robots similares a los vistos en los animes de finales de los 80 y 90, misterios dignos de los mejores episodios de Expediente X; y un personaje protagonista que es bastante diferente de lo que podemos esperarnos.
Particularmente, esperaba algo ya visto, algo más típico: un cínico, cansado de la vida adicto a los cigarrillos y al bourbón. Y… no. El personaje se muestra bastante amigable, educado, llega a rechazar alguna copa y trabaja con sensatez. Si bien se desprende de estas historias que hay más de lo que llegas a leer, esto no hace más que querer saber más del bueno de Never.
De las tres historias, las mejores, gracias a la profundidad de los misterios propuestos son las de Universos infinitos (120) y Señales del espacio (122); la primera y la tercera historia recopilada. Son historias vibrantes, llenas de elementos ocultos, giros de guión y unos escenarios súper atractivos y muy diferentes unos de otros. Si tenéis la oportunidad de comprarlas separadamente no lo dudéis, porque son historias divertidísimas.
Network (121), la segunda historia, fue creada por el duo Vigna y Toffanetti, se les nota un pasito por detrás de los otros dos. Tenemos una historia de asesinatos que si bien tiene elementos atractivos, las referencias son demasiado obvias y, al haber demasiados personajes, se hace un poco difícil de seguir.
Hay que tener en cuenta que sigue siendo un tebeo en blanco y negro y, en este caso concreto, eso juega en su contra. Pero, aún así, es una buena historia donde Nathan se descubre como un auténtico profesional nada huraño, lo cual es gratificante y distintivo.
En realidad el único problema del tomito es la edición: con algunos errores ortográficos imperdonables. Además, en la contraportada ni siquiera vienen bien indicados los números que esta edición recopila… Pero, como lo podemos encontrar de saldo, el precio bajo lo perdona todo ¿no?
La incursión a Bonelli y su personaje Never ha sido excepcional y gratificante. Un reencuentro con la ciencia ficción y la aventura, con la ilusión del que empieza un viaje por lo desconocido en un mundo muy atractivo visualmente y bien narrado viñeta a viñeta.