Reseña de Cómic
Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga
de Al Ewing y Tom Reilly
Norman C
Editorial española: Panini
Editorial americana: Marvel
Guion de Al Ewing, Stan Lee y Larry Lieber
Dibujo de Tom Reilly, Jack Kirby y Don Heck
Contiene Ant-Man 1-4 y Tales To Astonish 37 y 43
Rústica. 120 páginas. Color
ISBN: 9788411501699
15,50 €
Aunque no alcanzó la popularidad de otros héroes creados en los inicios de Marvel, el Hombre Hormiga puede presumir de ser un miembro fundador de Los Vengadores y de tener tres películas a sus espaldas como parte del MCU.
Para celebrar el sesenta aniversario de su creación, en Marvel decidieron dedicarle una miniserie que Panini edita en tomo. El encargado de desarrollarla es Al Ewing, guionista británico que tras unos inicios no especialmente brillantes en la editorial, fue escalando peldaños gracias a series como The Ultimates hasta lograr el aplauso de público y crítica con su Inmortal Hulk.
Ewing plantea una trama donde cada episodio está protagonizado por uno de los personajes que ha llevado el traje y cuyo nexo de unión es establecido por un misterioso viajero temporal.
El primer número, centrado en Hank Pym y La Avispa, recrea el estilo de escritura y dibujo de los años sesenta y recupera a algunos de los pintorescos villanos a los que tuvo que enfrentarse en sus inicios.
El segundo se adapta al tono humorístico de Eric O’Grady, el díscolo agente de S.H.I.E.L.D. de cuyas divertidas aventuras se encargó Robert Kirkman antes de centrarse en sus cómics de creación propia.
El tercero cuenta con el entrañable Scott Lang, quien vivió una buena época gracias al buen hacer de Nick Spencer en su colección y se ha establecido como el heredero definitivo del nombre ayudado por el empuje del cine.
El cuarto sirve como conclusión a la historia con un enemigo muy apropiado, aunque se antoja una resolución un tanto precipitada y deja la sensación de que habría sido necesario algún número más para redondear la trama.
En general es un cómic ligero y ameno, con un buen trabajo de documentación de un Ewing que se toma en serio conocer a fondo la historia del personaje. También resulta emotivo volver a leer, aunque sea temporalmente, a un Hank Pym heroico tras haber sido defenestrado durante las últimas décadas y haber sido condenado a una especie de destierro similar al de otros personajes clásicos como Nick Furia.
El dibujo corre a cargo de un correcto Tom Reilly, al que quizás se le puede poner la pega de la ausencia de fondos en varios momentos. El color de Jordie Bellaire cumple sobradamente como de costumbre.
La edición de Panini se completa con dos historias clásicas realizadas por Stan Lee, su hermano Larry Lieber y Jack Kirby y Don Heck. Su presencia está justificada al ser las historias de presentación de un par de villanos usados por Ewing.
Son tramas con un punto ingenuo muy hijo de su tiempo y una resolución rápida, ya que apenas llegaban a las trece páginas, pero no suponen una lectura pesada y son una buena forma de acercarse a los orígenes del personaje.
En resumen, nos encontramos ante una lectura entretenida y con un punto divertido, pero que tampoco deja ningún poso tras su conclusión.