Reseña de cómic
Primordial
de Jeff Lemire y Andrea Sorrentino
David Haldon
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Guion: Jeff Lemire
Dibujo: Andrea Sorrentino
Edición original: Image
Edición española: Astiberri
Contiene: Primordial 1-6
Cartoné. 144 páginas. Color.
ISBN: 978-84-18909-58-0
19 €
Jeff Lemire y Andrea Sorrentino se han convertido en una de las parejas más reconocidas en el panorama del cómic norteamericano. Su asociación comenzó en el Green Arrow de los Nuevos 52 y continuó en «Gideon Falls» serie que aunque no acabó cumpliendo las expectativas que creó en un principio, destacó por un arte absolutamente espectacular de Sorrentino, un paso adelante en su trazo y sobre todo en el diseño de página que dejó a público y crítica boquiabiertos.
Desde entonces sus colaboraciones se han vuelto continuas (Batman y Joker en el sello Black Label) y ahora, de la mano de Astiberri, nos llega su última obra.
En «Primordial» al igual que en «Gideon Falls» Lemire nos presenta una historia que a nivel de guion comienza prometedora pero que de nuevo no termina por cumplir las expectativas que crea en sus primeros números, y en la que vuelve a destacar los lápices del italiano, que nuevamente rompe sus límites y nos presenta una narrativa y diseño de páginas como pocas veces se ha visto.
A nivel de dibujo Sorrentino sigue explotando con mucho acierto las masas de negros (como ya venía haciendo desde los tiempos de «Green Arrow») así como su inspiración fotográfica a la hora de plasmar la figura humana, pero es en la composición de viñeta, la puesta en escena, el diseño de página y la narrativa donde Sorrentino lleva el dibujo a otro nivel.
Si en «Gideon Falls» ya tenía planchas absolutamente espectaculares en este «Primordial» lo multiplica por dos, ayudado por una paleta de colores muy acertada de Dave Stewart que dan lugar a unas páginas al nivel del «We3» de Morrison y Quitely, obra con la que comparte varios puntos.
Para terminar con la parte gráfica diremos que simplemente por esta se justifica, y de sobra, la lectura de este cómic.
En cuanto al guion, Lemire vuelve a presentar una propuesta muy interesante y que engancha desde las primeras páginas, que parte de una ucronía, una América en el apogeo de la Guerra Fría en la que Nixon ha ganado las elecciones a Kennedy, que nunca llegó a gobernar.
Es una América que ha abandonado la carrera espacial (por razones que vamos conociendo durante la historia) y en la que el escritor canadiense incluye temas como el racismo o la conspiración gubernamental que completan unos primeros números muy prometedores.
La historia se articula en una trama en dos partes, la primera en la tierra con un joven científico de color al que le encargan desmantelar lo que queda del programa espacial y que descubre algo que no coincide con lo que cuenta la historia oficial.
La segunda transcurre en el espacio, centrada en los animales de prueba, tanto soviéticos (la famosa perra Laika) como americanos (dos monos) que fueron usados por las respectivas potencias como test antes de enviar a humanos al espacio.
La premisa atrapa y el guion funciona como un reloj desde el principio, y solo se le puede achacar que no cumple las expectativas que inicialmente crea, dejando de lado esa trama de conspiración, ciencia ficción bélica, del racismo, etc. para centrárse a partir del cuarto número en una historia más pequeña e intimista que hará las delicias de los animalistas (de ahí la referencia al We3 de Morrison) pero que adolece en cierta medida de lo lo mismo que «Gideon Falls»; un final que si bien no es malo no era lo que la serie prometía en sus inicios.
En conjunto un buen cómic, bien escrito y que se lee con agrado, pero que destaca sobremanera por el dibujo, quedando el guion muy por detrás de este, sobre todo por las expectativas que genera el principio.