GREEN CLASS
Guión: Jérôme Hamon
Arte: David Tako
Éditions du Lombard (Dargaud-Lombard)
Editorial española: Letrablanka
Siempre que comienzo una obra tengo las alarmas encendidas por si algo falla y en esta obra, ya no es que no hayan saltado, es que las he desinstalado, me explico.
Jérôme ya tenía su bagaje en el medio y algo de confianza daba, pero David no, y el salto de la animación a la BD, a veces no da buenos resultados. Viendo la portada intuyes de que puede ir la obra, y en realidad no fallas si piensas que irá sobre muerte y problemas grupales, pero con matices.
Un grupo de escolares canadienses vuelve de pasar unos días investigando sobre la evolución de las ranas en un medio contaminado, en medio de una selva cerca de la frontera de Estados Unidos y Canadá. Al volver a la zona de quedada, el sitio está vacío y no les queda otra que organizar su propia vuelta. Llegando a la frontera, entre medio y sorpresa, observan como un equipo de militares pelea contra «alguien» que parece humano, siendo tiroteado y quemado.
Al intentar cruzar son detenidos por el mismo equipo militar, ya que encuentran «sospechoso» a uno de ellos. Aislados en un edificio, observan que dentro hay equipos médicos, observando y analizando a diferentes individuos con deformidades por todo el cuerpo. Uno de los médicos les informa que se ha propagado un virus muy contagioso, haciendo que las personas pierdan toda humanidad, incluida la deformidad corporal y el razonamiento.
Obligados a huir, se toparán con diferentes adversidades, tanto fuera como dentro del grupo. Deberán luchar por su supervivencia, a veces por alimentos, a veces por el propio odio hacia los contagiados o incluso entre ellos. No lo tendrán nada fácil, acabando en dos equipos divididos, movidos por diferentes ideas, los que apoyan a su amigo infectado y los que piensan que corren peligro.
Finalmente, en un acto de compañerismo, acabarán volviendo a unirse y defendiendo por encima de todo, la amistad que les une. Terminando este primer tomo en un rapto de un infectado.
Oda al compañerismo y a la amistad, con cierto mensaje pro naturaleza.
Hamon sabe como llevar al lector por los diferentes momentos y situaciones creadas, demostrando un gran manejo de las emociones de los personajes. Tako refleja en cada viñeta toda esa carga emocional que arrastran todos los personajes, añadiendo una narrativa majestuosa que dota de vida cada viñeta.
Autores ambos confesos del trabajo de Naoki Urusawa, solo se puede presagiar una gran obra.