Reseña de Cómic:
El Anillo del Nibelungo
Philip Craig Russell
Planeta Cómics acaba de reeditar “El anillo del Nibelungo”. Un cómic en formato cartoné, que recopila en 456 páginas los 4 números originalmente publicados por la editorial norteamericana Dark Horse.

El Anillo del nibelungo. La obra.
Wagner tardó 26 años en terminar la tetralogía que conforma “El Anillo del Nibelungo”. “El Oro del Rin”, “La Valquiria”, “Sigfrido” y “El Crepúsculo de los Dioses”.
Sin entrar en demasiados detalles, el argumento de esta tetralogía es el siguiente:
El oro que reposa en el fondo del Rin, custodiado por la Doncellas del Rin (Woglinda, Wellgunda y Flosilda) es robado. Con él se forja el Anillo del Nibelungo, que confiere a su portador la capacidad de dominar el mundo, siempre y cuando este asuma la maldición que acarrea el anillo. Su portador deberá renunciar al amor.
Alberich (un enano malvado) asume la maldición y forja el anillo. Wotan (Odin) codicia el anillo y trama un plan para conseguirlo, que involucrará y determinará los destinos de otros personajes: Sigfrido, nuestro héroe. Brunilda la valquiria, amor de Sigfrido e hija de Wotan.
La historia terminará cuando los dioses sean destruidos en un «Ocaso de los Dioses» o «Ragnarök» y Brunilda devuelva el anillo al fondo del Rin.
El Anillo del Nibelungo. El cómic
Un autor más convencional, ante el reto de adaptar al cómic una obra de esta complejidad, sin lugar a dudas se hubiera tomado las licencias necesarias para convertirla en un cómic. P. Craig Russell, sin embargo, no lo hace así.
Desde el profundo respeto a la obra de Wagner, decide dejar de un lado las normas del noveno arte y decide realizar una transcripción a imágenes de la música del compositor alemán. Para ello, hace uso del simbolismo de las mismas, reflejando en ellas los sentimientos que no podemos percibir en los textos.
El cuidado del estilo artístico, la forma de reflejar lo onírico y la capacidad sin igual de P. Graig Russell de plasmar en el papel lo feérico, lo mítico y lo mágico. Hacen de esta, una obra maestra.
En conclusión: esta es una obra imprescindible para los amantes de la opera y de los cómics que trascienden al noveno arte.